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Encuentros Diarios
Julio 24, 2017
Muchos están fríos y pocos están congelados
"Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. . .."1
He leído acerca de un buque que fue descubierto hace más de un siglo entre los témpanos de hielo del Océano Ártico. En el buque estaba el capitán, congelado mientras escribía su última entrada en la bitácora. La tripulación también fue descubierta—algunos en sus hamacas y algunos en la cabina—todo congelado. La última fecha en el libro de registro mostró que durante trece años el buque se estuvo moviendo entre los témpanos, "un sepulcro a la deriva tripulado por una tripulación congelada."
Alguien sugirió que hay algunas iglesias en una condición similar. Las escrituras de hoy hablan de personas que tienen una forma de bondad, pero es bondad sin poder. Ciertamente existen algunas iglesias y religiones de este tipo. Ellos tienen una forma externa de piedad, pero están rígidos en que, mientras que tienen la apariencia exterior de la religión, están fuera de contacto con Dios y la realidad.
Jesús dijo: "Muchos son los invitados, pero pocos los elegidos."2 Esto es, muchos son llamados por Dios, pero son pocos los que prueban ser los elegidos, esto es, solo un pequeño porcentaje de los que se confiesan cristianos hace algo tangible con el llamado de Dios a seguirle y servirle. Alguien en forma de broma tradujó este verso de esta manera, "muchos están fríos y pocos están congelados."
Mientras que millones de personas en todo el mundo necesitan el Evangelio desesperadamente, la mayoría de nosotros que nos llamamos cristianos hacemos poco o nada sobre ello. Ni damos mucho para ayudar ya que menos del tres por ciento de los cristianos dan el diezmo de sus ingresos para el trabajo de Dios. E incluso entonces las Iglesias por lo regular gastan el 95 por ciento de sus ingresos en sí mismas. Como lo dijo el desaparecido Vance Havner, "nuestra doctrina es profunda: profundamente dormido."
En los últimos años hemos visto un gran aumento en algunas de las peores clases de violencia y terrorismo en todo el mundo siendo cometidos por musulmanes radicales, todo en nombre de Alá. No nos engañemos, su meta implacable es la de matar a los infieles, o sea: cristianos, judíos, estadounidenses y otros occidentales y también a dominar el mundo con su ideología religiosa y política.
Al mismo tiempo, al menos en el Norte de América, estamos viendo una cantidad creciente de golpes a la cristiandad." Futuros oponentes de la fe cristiana están haciendo todo en su poder para destruir los principios sobre los que se ha construido la civilización occidental.
La única respuesta para luchar contra el mal es el Evangelio de Jesucristo, el Príncipe de la paz, y a menos que nosotros la Iglesia y nosotros, los cristianos (e incluso nuestros gobiernos) despertemos y "nos llegue el olor de la pólvora", me temo que presenciaremos una cantidad creciente de violencia y terrorismo en el mundo.
Recordemos las palabras de Edmund Burke pronunciadas hace más de dos siglos: "lo único que se necesita para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada."
Y lo que es más importante, pongamos atención a la Palabra de Dios que nos dice, "'Despiértate, tú que duermes, levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.' Miren, pues, con diligencia cómo viven, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos."3
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor utilízame para ser una luz brillante en la oscuridad del mundo y hacer lo que pueda para ayudar a difundir el mensaje del Evangelio en el mundo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén. "
1. 2 Timoteo 3:1-5 (NVI).
2. Mateo 22:14.
3. Efesios 5:14-16, (NVI).
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