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Encuentros Diarios
Agosto 03, 2017
Límites: ¿Qué parte de NO es la que no comprenden?
"Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas."1
Un lector de Encuentro Diario escribe en respuesta a uno de nuestros mensajes sobre ser pacificadores: "como usted sabe, relaciones significativas requieren límites. A veces esto significa hacerle saber a la otra persona que te sientes ofendido, incluso si no reacciona de la forma en que usted desearía que lo hiciera. A veces el mantener los límites incluso puede significar el final de una relación enfermiza.
"Pero, ¿qué pasa cuando la relación es una que no se puede terminar, por decir con los padres, cónyuge u otro miembro de la familia que también es un cristiano? No hablo de situaciones de abuso flagrante, pero las zonas grises en la que una gran cantidad de personas, incluyéndome a mí mismo, nos encontramos a menudo. ¿Qué pasa cuando los padres llevan dentro ira y heridas profunda sin resolver las cuales no han afrontado, y por lo tanto terminan proyectándola hacia sus hijos — incluyendo sus hijos adultos?
"¿Dónde está la línea? ¿Cómo honrar a los padres y mantener los límites?"
Es cierto, la Biblia dice que honremos y obedezcamos a nuestros padres, pero nunca dice que vamos a aceptar todo lo que ellos, o cualquier otra persona, nos hagan o nos pidan que hagamos.
La mansedumbre no es debilidad. Jesús, por supuesto, es el mejor ejemplo de una persona que tenía límites saludables. Él no permitió que nadie le hiciera algo sin su permiso, ni tampoco cumplió siempre con las expectativas de sus padres. Y siempre se enfrentó al mal y al infractor.
Por lo tanto, mientras que también se nos dice en la Biblia que obedezcamos a nuestros padres y nuestros líderes, cuando ellos o alguien más son abusivos, malos o hacen cosas malas, la ley superior que nosotros debemos de seguir es la Ley de Dios — y esta es el siempre hacer lo correcto. A veces esto requerirá amor duro y decir "no" a los que trate de maltratarnos o abusar de nosotros, y que estén tratando de romper los límites con nosotros.
Cuando Pedro y el resto de los apóstoles fueron comandados por los líderes religiosos a que no predicaran acerca de Jesús, Pedro dijo, "¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!"2 Y ellos continuaron predicando.
Y pensar en cómo Jesús trató a los fariseos religiosos y a aquellos que abusaban de la casa de Dios (el templo) y se aprovechaban de los pobres. ¡Con un látigo los lanzo fuera del templo y les llamó víboras!
Si nos hiciéramos la pregunta, "¿Qué haría Jesús?" en cada situación en la que nos encontramos y pudiéramos discernir la respuesta correcta, sabríamos qué hacer. Y, a continuación, necesitaríamos pedirle el valor que nos ayude a hacerlo.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios mío, Gracias por Jesús quien es el mejor ejemplo a seguir para nosotros en cada situación. . . ya sea cálido y compasivo o enojado con el mal. Por favor, ayúdame a saber lo que tú harías en cada situación confusa en la que me encuentre — y por favor, deme el valor para hacerlo sin ser controlado por una falsa culpabilidad o por lo que otros podrían piensan de mí. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Jesús en Mateo 21:12 (NVI).
2. Actos 5:29.
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