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Encuentros Diarios
Agosto 11, 2017
Cuando no se pueden perdonar a sí mismos
"Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad."1
Una lectora nos escribió: "En un reciente Encuentro Diario usted mencionó que Dios nos perdona y también dijo, 'No olviden perdonarse a sí mismos. ¿Pero qué si no pueden? ¿Qué tal si no saben cómo hacerlo?'
"En pocas palabras, un miembro de la familia tenía una enfermedad terminal y yo le di atención médica 24 horas 7 días a la semana y era muy estresante, y hubo veces en las que perdí mi temperamento o veces cuando supe que debería hacer algo con ella, pero me escondía en otra habitación porque no me gustaba verla en ese modo. Hay tantas cosas que hice o deje de hacer por las que estoy muy arrepentida y no sé cómo perdonarme a mí misma. He estado viendo a un consejero y me ha ayudado a entender, pero aparentemente no puedo perdonarme a mí misma. Sé que tiene que haber una manera — ¿Pero cómo?"
Estimada Janice (nombre cambiado), cuando le confesamos nuestros pecados a Dios, él nos perdona independientemente de nuestros sentimientos. Cuando no podemos perdonarnos a nosotros mismos, una de las razones es porque o somos perfeccionistas o tenemos tendencias perfeccionistas. Entonces, el problema no es que no podamos perdonarnos a nosotros mismos, sino que somos perfeccionistas que tenemos expectativas irreales de nosotros mismos.
Otra razón puede ser debido a una baja autoestima y falsamente creemos que no somos dignos del perdón.
Por lo tanto, pidan a Dios que les dé la perspectiva y el valor para hacerle frente a la causa de su inhabilidad para perdonarse a sí mismos. Si buscan esta verdad con todo su corazón, la verán cuando estén listos para enfrentar y aceptarla.
Mientras tanto, traten de ver que están esperando más de sí mismos de lo que Dios espera de ustedes. Recuerde, cuando confiesan sus pecados y fracasos a él, él les perdona plena y libremente. Cada día digan en voz alta muchas veces: "Gracias, Dios, porque me has perdonado y, porque tú me has han perdonado, con tu ayuda me he perdonado a mí mismo." El exteriorizar esto repetidamente con profunda emoción o sentimiento, les puede ayudar a programar esta verdad en la mente inconsciente y en el sistema de creencias. Una vez que realmente crean en esta verdad, podrán sentirse perdonados.
Sí, tal vez encuentren esto difícil de hacer, pero háganlo de cualquier manera, porque se basa en la palabra de Dios y no en sus sentimientos. Sólo no permita que sus emociones dañadas controlen sus vidas.
Se
sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias porque cuando te confieso mis pecados, tú has prometido perdonarme.
Ayúdame no sólo a saberlo, pero también a sentirlo en mi corazón. Y cada vez
que tenga un problema para perdonarme a mí mismo, por favor, ayúdame a ver la
razón de esto y guíame hacia la ayuda que necesito para superarlo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en
el nombre de Jesús, amén."
1. 1 Juan 1:8-9 (NVI).
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