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Encuentros Diarios
Agosto 21, 2017
Ganando perdedores
En
respuesta al Encuentro Diario titulado, "Los tramposos nunca ganan,"
un hombre a quien llamare Fred escribió diciendo. "Mi esposa me dejó y se
divorció de mí. Ahora ella se ha vuelto a casar. Ella siguió adelante con su
vida. Yo sigo en un terrible dolor y no puedo seguir adelante. Ella me engaño.
Yo no. Ella rompió las reglas. Yo no. Ella es feliz. Yo no. Ella parece haber
ganado. Yo perdí.
Fred piensa que su ex esposa ganó. Sin embargo, el problema de Fred no es acerca de
ella — si ella es una ganadora o no — ya que Fred no puede cambiarla. El
problema de Fred, es si él decide permanecer como una víctima perdedora, en
lugar de convertirse en un perdedor-ganador.
Y sí, perder un amor es realmente doloroso. Hay pocas cosas en la vida más dolorosas que el
rechazo. Cuando un matrimonio fracasa, puede ser extremadamente difícil verlo,
pero si uno puede ver más allá de las circunstancias actuales, detenerse y
escuchar con su corazón, escuchará el llamado de Dios y ver que Dios quiere que él crezca y se convierta en una persona mucho
más saludable y más completa.
El punto es que lo que vemos es en lo que nos convertiremos. Es decir, si me
veo como un perdedor, un perdedor seré. Si me veo como un ganador, un ganador
voy a ser. Como Jesús les dijo a los hombres
ciegos, "Se hará con ustedes conforme a su fe." ¿Y que es la fe? Es el visualizar o ver lo que Dios
quiere que seamos y, con su ayuda, trabajar en
lo que vemos para hacerlo realidad.
Como le dije a Fred, "esta situación es el llamado de Dios para crecer y
convertirse en la persona que Dios quiere que usted sea. Esto llevará tiempo,
compromiso y trabajo arduo, pero si entra en un buen programa de recuperación y
trabaja en los problemas de su personalidad y crecimiento, usted se convertirá en un verdadero
ganador. Para empezar, pídale a Dios que le enfrente con la verdad acerca de
usted mismo, para revelarle los problemas de su personalidad en los que
necesita trabajar y para que lo guie hacia la ayuda que necesita para
recuperarse y crecer.
El hecho es que Dios quiere usar cada perdida, recaída y pena como una llamada
para que crezcamos y seamos unas personas sanas y completas. La elección es
nuestra. Recuerden: con compromiso, trabajo
arduo y valor, lo que vemos que Dios quiere que seamos eso seremos.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor, ayúdame a mirar más allá de mis circunstancias actuales y ver con
ojos de fe exactamente en lo que desea que me convierta. Muéstrame lo que
necesito hacer y guíame hacia la ayuda que necesito para serlo. Gracias por
escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús,
amén."
1. Mateo 9:29 (NVI).
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