Encuentros Diarios
Diciembre 20, 2025
1. Ten fe
Y él le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado. Ve en
paz. Se acabo tu sufrimiento."1
En la Biblia, hay muchas ocasiones en las que alguien
fue sanado por su fe. Un ejemplo es en Marcos 5:25-34, donde leemos sobre la
mujer que había sufrido sangrado constante durante doce años y que fue sanada
gracias a su fe. Había gastado todo su dinero en muchos médicos, pero solo
empeoró con los años. Entonces, escuchó sobre Jesús y lo que él podía hacer.
Así que fue a Jesús pensando que solo necesitaba tocar el borde de su túnica y
sería sanada. Siempre había multitud dondequiera que estuviera Jesús, así que
era muy difícil para alguien llegar a él, pero ella lo logró. Tal y como
pensaba, se sanó en cuanto tocó la túnica de Jesús. La hemorragia se detuvo de
inmediato y sintió en su cuerpo que se había sanado. En ese momento, Jesús
sintió que salía de él un poder sanador y preguntó a la multitud quién le había
tocado. Cuando la mujer se dio cuenta de lo que le había pasado, se arrodilló
ante Jesús. Como dijo Jesús, fue su fe la que la sanó.
Siento que muchos de nosotros podemos identificarnos
con esta historia porque a menudo intentamos encontrar sanidad, esperanza y
consuelo en las cosas mundanas, pero no satisfacen nuestras necesidades. Sin
embargo, cuando nos damos cuenta de que no son lo que necesitamos y recurrimos
al Señor para sanar, darnos esperanza y consolarnos, eso es lo que obtenemos.
Lo único que necesitamos es tener fe. Así como esa mujer fue sanada por su fe,
nosotros también podemos. Ya sea que estemos lidiando con desamor, enfermedad,
depresión, adicción o duelo, podemos tener fe en que Dios está actuando incluso
cuando no podemos verlo y que Dios nos está sanando tanto por dentro como por
fuera.
Oración sugerida: Gracias, Señor, por tu misericordia
y bondad. Por favor, ayúdame a seguir fortaleciendo mi fe en ti y a confiar en
que estás resolviendo todo para mi bien. En
el nombre de Jesús, amén.
- Marcos 5:34 (NLT).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Gianna B.
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