| |
Encuentros Diarios
Marzo 20, 2018
Los elegidos por Dios
"No se angustien. ConfÃen en Dios, y confÃen también en mÃ. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera asÃ, ya se lo habrÃa dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Asà ustedes estarán donde yo esté."1
Mike Barnicle, ex columnista para el Boston Globe y más recientemente con el New York Daily News, habla del bebé que Mary Teresa Hickey y su esposo tuvieron en 1945. Los padres vinieron de Cork, Irlanda. El bebé era un chico con sÃndrome de Down. Mary Teresa sostuvó a su bebé fuertemente, diciendo, "es nuestro y lo amamos. Es el elegido de Dios." .
La familia vivÃa en la sección de Dorchester en Boston. Su otro chico era Jimmy. El padre murió joven de un ataque al corazón, y Mary quedó sola para sacar adelante a los dos muchachos, Jimmy de nueve años de edad y Danny de siete años. Para pagar el alquiler ella limpió pisos en un hospital de atención crónica.
Jimmy cuidaba muy bien de Danny. Dan se sentÃa como en casa con todos los niños porque nadie le dijo que era diferente. Entonces, un dÃa, al abordar un transporte, algunos niños extraños gritaron, "¡No queremos tontos en el autobús!" Ese fue el dÃa que Jimmy Hickey aprendió a pelear. También fue el dÃa que Jimmy decidió ser sacerdote. El pequeño Danny asistió a la Escuela Kennedy en Brighton y eventualmente obtuvo un trabajo.
En 1991, Mary Teresa Hickey murió a la edad de noventa y uno años después de cubrir a sus hijos con un amor inflexible toda su vida. El Padre Jim Hickey habÃa sido un sacerdote durante treinta años. En cada parroquia a la que se le asignó, Danny fue junto con él. Las personas fueron privilegiadas con ambos hombres.
En Octubre de 1997, Danny estaba en el hospital. Su cuerpo de cincuenta-dos años de edad estaba fallando. Una noche, cuando el resto de las personas estaban cenando, viendo un partido de pelota o una pelÃcula, una simple historia de amor fraternal tomaba lugar al lado de la cama de un hombre que nunca sintió lástima por si mismo o pensó que era diferente.
El padre Jim tomo la mano de su hermano y le preguntó, "Danny ¿confias en m�"
"ConfÃo en ti."
"Vas a estar bien."
"Voy a estar bien."
Ochocientas personas estuvieron en lÃnea en su funeral. Los feligreses llenaron la iglesia para su funeral. Cantaron y lloraron y oraron. Más tarde ese dÃa, Daniel JeremÃas Hickey fue colocado suavemente al lado de sus padres en el cementerio del Nuevo Calvario. La lápida de granito llevaba su nombre y la inscripción: "El elegido por Dios."2
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias por tu promesa de que estás preparando un lugar en el cielo para todos los que te han aceptado como su Señor y Salvador y han puesto su confianza en tÃ. Todos estos también son tus elegidos. Gracias por esta bendita esperanza sabiendo que cuando termine nuestro tiempo en la tierra, iremos a estar contigo en el cielo y viviremos para siempre contigo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
NOTA: Para descubrir cómo ser uno de los elegidos de Dios, asegúrense de leer el artÃculo "Como saber que es un cristiano autentico" en: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.
1. Jesús en Juan 14:1-3 (NVI).
2. Reverendo Dr. Gary Nicolosi, Sermón: "Los elegidos de Dios."
<:))))><
|
|