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Junio 23, 2014

Jesús dijo, “Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en obra, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena. Y descendió la lluvia, y vinieron los torrentes, y soplaron los vientos, y dieron con todo ímpetu contra aquella casa; y fue más grande su ruina.â€�¹

Los terremotos que hemos tenido en el sur de California recientemente me recordo de una vez que visite una iglesia un domingo en un pueblo donde había pasado un terremoto la noche anterior. El pastor y las personas testificaban al “hecho� de que Dios envió el terremoto como una llamada de advertencia para todas las personas de esa ciudad.

¿Pero es esto cierto? ¿Nos envía Dios las inundaciones, tornados, fuegos forestales, huracanes y ciclones como un llamado para que todos volvamos a Dios? Tal vez, pero lo dudo. Nosotros solamente vivimos en un mundo donde pasan desastres naturales. Para mí, si yo no deseo experimentar terremotos, hay una cosa muy cierta, necesito moverme del Sur de California. ¿Pero si elijo quedarme aquí y un terremoto destruye mi hogar, será Dios quien lo haga?

¿O será porque sabiéndolo escogí vivir en un lugar que es propenso a los terremotos?

Además, si elijo vivir en un área baja cerca de un río que está predispuesto a inundarse y se lleva mi casa, ¿será Dios quien cause que pierda mi casa? No creo. 

Como lo dijo Jesús, si construimos nuestra casa en la arena y llega la lluvia y sube la corriente, y el viento sopla, podemos esperar que nuestra casa sea destruida. 

Y si construimos nuestra casa en roca solida, con buenos cimientos y llevamos una vida recta y moral, no podemos culpar a Dios si me estrello. Que Dios use mi accidente como una llamada de atención para traerme de nuevo a mis sentidos, pero no será Dios quien cause el accidente. Lo hare yo sólo.

Y si fallo y no acepto el perdón gratis de Dios por todos mis pecados y su regalo de vida eterna, no será Dios quien me mantenga lejos de los cielos y me envié al infierno, seré yo mismo. Lo haré yo mismo.

Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ayúdame a ser inteligente, no solo con respecto a las situaciones importantes en mi vida, pero especialmente con respecto  a la vida por venir. Ayúdame a construir mi vida en un Roca Solida—el Señor Jesucristo.  Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, amén.â€� 

1. San Mateo 7:26-27 (NIV).

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