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Junio 11, 2014

“La prueba de su fe desarrolla la perseverancia.â€�¹

Por varios años viví bajo la sombra del Monte Baldy con una de 10,000 pies de altura, en California donde estábamos protegidos de los fuertes vientos que bajaban por un cañón unas cuantas millas al Este de nosotros. En ocasiones cuando los fuertes vientos nos alcanzaban tumbaban cantidad de arboles.

 Aquí los árboles, al plantarlos, son amarrados fuertemente a estacas para sostenerlos firmemente cuando sopla el viento. Sin embargo, por ser amarrados tan fuertemente a la estaca, no desarrollan un sistema de raíces fuertes. En el Sur de Australia yo viví en la cima de las montañas en Adelaine, con unos 2,000 pies de altura, donde los fuertes vientos son algo común. Allá plantábamos los arboles cuando eran muy pequeños—solo con el soporte suficiente para evitar que se derrumbaran—y así el viento les ayudara a desarrollar un fuerte sistema de raíces. Cuando estaban a su crecimiento total raramente eran derrumbados por los vientos.

Eso es lo que nos hace fuertes también. Los vientos de la adversidad que son parte del curso de nuestras vidas nos pueden motivar a crecer fuertes o les podemos permitir que nos derrumben. Esta es la razón por la que Santiago dijo, “Hermanos (hermanas) míos tengan por sumo gozo cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa para que sean perfectos y cabales sin que les falte cosa alguna.â€�²

“Recuerden, también, “los papalotes con el viento se levantan, y si el no pasa nada.�

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, ayúdame a crecer y a ser fuerte a través de los valles de desesperación y los vientos de la adversidadâ€� que permites que lleguen a mi vida—y por lo tanto ayúdame a convertirme en la persona que deseas que sea. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén.â€� 

1. Santiago 1:2 (NIV).
2. Santiago 1:2-4 (NIV).

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