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Noviembre 15, 2012

"Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero."¹

"¿Cuántos de nosotros quisiéramos tener más amor en nuestras vidas?" es una pregunta que les he preguntado muchas veces a personas que atienden al seminario. Muchos, casi todos, levantan su mano. Cuando le pregunto al mismo grupo de personas si sienten que todas sus necesidades de amor están siendo satisfechas, muy pocos levantan la mano.

Algunos años atrás, había una canción popular por Jackie Deshannon que decía, "Lo que el mundo necesita es amor / Dulce amor / Es lo único / De lo cual hay muy poco / Lo que el mundo necesita es amor / Dulce amor / No solamente para algunos / Pero para todos."

Esas palabras todavía parecen ser verdad porque tantos de nuestros problemas humanos son causadas por un disminuyo o fracaso en amor. Y cuando le pregunto a personas como podemos tener más amor en nuestras vidas, inevitablemente casi todos dicen que por medio de dar amor. Suena bien, pero eso no siempre es cierto porque no podemos dar algo que no tenemos. De hecho, a menos que yo haya aprendido  a amar y aceptarme a mí mismo en una manera saludable, no soy capaz de amar o aceptar a alguien más en una manera saludable. Mi amor será contaminado por necesidad.

Así que, el amor es una acción/sentimiento que se necesita aprender. No entramos al mundo sabiendo como amar—solo con la habilidad de aprender como amar. ¿Entonces como aprendemos a amar? Juan dijo que amamos a Dios porque él nos amo primero. El mismo principio aplica para el amor humano. Amamos a otros porque otros (o alguien) nos amo primero. Si no lo hicieron, y no recibimos suficiente amor incondicional cuando éramos niños y no aprendimos como amar, entonces necesitamos recibirlo ahora para aprender como amar como una persona madura.

Además, solo puedo ser amado al grado que soy conocido. Así que, la manera que crecemos en amor y aprendemos a amar es llegando a ser vulnerable y permitiendo que por lo menos una o dos personas seguras, que nos acepten y no nos juzguen, nos vean y conozcan tal y como somos—verrugas y todo. Y conforme ellos nos amen y acepten tal como somos, poco a poco aprendemos a amar y aceptarnos a nosotros mismos. Y conforme nosotros nos amemos y aceptemos, entonces somos liberados para dar y recibir amor sin restricciones. Pero mientras escondamos quien en verdad somos (nuestro lado obscuro) detrás de algún tipo de mascara (sin importar que tan sofisticada sea esa mascara), nunca nos sentiremos completamente amados, ni tampoco podremos amar completamente. Repito… solo podemos ser amados al grado que somos conocidos.

¿Riesgoso? Si. Pero el no aprender a amar es el mayor riesgo de todos.

Oración sugerida: "Querido Dios, por favor ayúdame a encontrar una persona amable, segura, que no me juzgue, que me acepte, y en quien pueda confiar, para poder compartir quien soy con esta persona y ser verdaderamente aceptado y amado por esta persona por quien soy (y no por lo que hago o no hago). Así para que yo pueda aprender a aceptar y amar a otros más plenamente. Y ayúdame a experimentar tu amor más y más para que yo también pueda amar a otros más y mas. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."

1. 1 Juan 4:19 (NVI).

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