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Noviembre 19, 2012

“No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará.â€�¹

“No eres más que un b________ farisaico religioso,� Jennifer (nombre cambiado) me condeno airadamente en frente de un grupo de seminario de unas 100 personas. Admito que quede sorprendido—para decirlo suavemente—y me tomo un momento para recuperar la compostura, y respondí diciendo, “Si, a veces lo soy.�

Si me hubiera puesto a la defensiva y buscar justificarme, estoy seguro que hubiera construido una pared entre Jennifer y yo, y más probable nunca haya habido ninguna comunicación significante entre nosotros.

Esto sucedió siguiendo una sesión hablando sobre el tema de homos-e-x-u-a-lidad. Jennifer, después aprendí, era homos-e-x-ual así que su hostilidad contra mí era entendible.

Unas semanas después, para aquellos que querían tratar con problemas personales, teníamos un programa de una semana para recuperación profunda. Lo que me asombro fue que Jennifer asistió  aunque ella y yo no estábamos de acuerdo acerca a la homos-e-x-u-a-lidad. En el principio de la semana se mantuvo un poco distante de mí. Sin embargo, le asegure que aunque yo no estaba de acuerdo con su estilo de vida, la amaba y aceptaba.

Había 30 de nosotros en ese retiro, y ni una persona juzgo o critico a Jennifer en ninguna manera durante toda la semana. Todos la amamos y aceptamos. Esto era un poco abrumador para ella ya que estaba tan acostumbrada a ser condenada, especialmente por Cristianos. Lo que me sorprendió aun mas es que al fin de la semana, ella vino a mí, me abrazo tiernamente y dijo, “Quizás usted si tenga la razón.�

Estoy convencido que—por lo menos por muchos—es la falta de amor incondicional que lleva a las personas a actos auto-destructivos de pecado en su busca desesperada de amor y aceptación—y solo amor—el amor de Dios incondicional a través de usted y yo pueda alcanzarlos.

El verdadero Cristianismo es mucho más que un credo (por importante que sea el credo)—es experimentar amor divino, perdón divino, y aceptación divina—y comunicarlos a cada vida que toquemos.

Oración sugerida: “Querido Dios, por favor ayúdame a entender a cada persona que tu traigas a mi vida, y comunicarles tu divino amor, perdón, y aceptación a ellos en su momento de profunda necesidad. Haciendo esto, permite que encuentren tu amor, perdón y aceptación por ellos mismos. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.�

1. Lucas 6:37 (NVI).

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