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Encuentros Diarios
Abril 24, 2013
Animales Domésticos Peligrosos
"¡Oh, qué alegrÃa para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubre su pecado! SÃ, ¡qué alegrÃa para aquellos a quienes el Señor les borró la culpa de su cuenta, los que llevan una vida de total transparencia!"1
Leà sobre una niña quien tenÃa a un mapache como un animal domestico y fue avisada que el mapache estaba a punto de pasar por un cambio glandular que especialistas en animales dicen que sucede cuando tienen unos dieciocho meses de edad. Este cambio los puede hacer muy peligrosos.
Desafortunadamente, la niña no puso atención al aviso, protestando que su animal domestico muy amado nunca harÃa nada para lastimarla. Estaba equivocada – muy equivocada. Poco después, su mapache la arañó tan viciosamente que ella tuvo que tener cirugÃa reconstructiva en su cara.
Conflictos personales no resueltos pueden tener un efecto similar. Algunas personas se pueden ver muy calmados por afuera, pero por dentro tienen una embalsa de emociones recargadas negativas que ellos nunca aprendieron como resolver creativamente. En algún momento algo pasa. Sus emociones reprimidas negativas son activadas – muchas veces por algo tan sencillo como si alguien hace un simple error – ¡y boom! Ellos explotan. O lo guardan dentro y luego se enferman, o quizás hasta les de un ataque al corazón.
Otras personas tienen un pecado secreto que guardan dentro de ellos diciéndose que nunca les dañara. Con el tiempo, sin embargo, llega a ser un habito, la raÃz de lo cual nunca han resuelto. Y luego el hábito agarra lo mejor de ellos y llega a ser una adicción que termina hiriéndoles a ellos y sus seres queridos gravemente.
Asà que, cualquier "mapache domesticado" que usted y yo podamos estar escondiendo, necesitamos estar consientes que nos pudieran llegar a dañar gravemente si no nos deshacemos de ellos en nuestra vida.
Como dijo David, "Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se consumió, y gemÃa todo el dÃa. DÃa y noche tu mano de disciplina pesaba sobre mÃ; mi fuerza se evaporó como agua al calor del verano. Finalmente te confesé todos mis pecados y ya no intenté ocultar mi culpa. Me dije: 'Le confesaré mis rebeliones al Señor', ¡y tú me perdonaste! Toda mi culpa desapareció."2
Oración sugerida: "Querido Dios, si hay cualquier 'mapache domesticado' en mi vida que ya sea que este escondiendo o no me he dado cuenta, por favor trae estos a mi atención y ayúdame a ver qué tan peligrosos son y, con tu ayuda, sacarlos de mi vida. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."
1. Salmos 32:1-2 (NTV).
2. Salmos 32:3-5 (NTV).
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