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Julio 15, 2013

"¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeara con reyes, y nunca será un Don Nadie."¹

Cuando el cantante John Davidson estaba aprendiendo a manejar, él quería un automóvil propio. Su padre, un ministro Bautista, le dijo que él podía tener un automóvil si el recibía buenas calificaciones en la escuela, leía mas su Biblia, y si se cortaba el cabello más corto.

"En mi próximo reporte de calificaciones," dijo John, "recibí puras calificaciones B (un 8 o 9) y le dije a mi padre que había estado leyendo la Biblia. El dijo que estaba bien, ¿pero qué tal el corte de cabello? 'Bueno,' le dije 'leyendo la Biblia encontré que Jesús tenia cabello largo.'"

"Mi padre estuvo de acuerdo y dijo, 'Si, pero también caminaba a todas partes.'"

Parece haber algo dentro de la naturaleza humana en que muchos de nosotros queremos lo más que podamos recibir a cambio del esfuerzo más pequeño posible. Sin embargo, solo apreciamos verdaderamente las cosas por las cuales trabajamos. La realidad de la vida es que no hay comidas gratis.

Traté de enseñarles a mis hijos la creencia que ellos pueden hacer casi todo lo que quieran con su vida y lograr lo que desean si ellos están dispuestos a prepararse adecuadamente para lo que quieren hacer y trabajar bastante duro para alcanzarlo. Como lo dijo Salomón, "El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos."²

Como otro ha dicho, "Todos somos hechos por nosotros mismos. ¡Usualmente solo los exitosos lo admiten!"

Oración sugerida: "Querido Dios, por favor ayúdame a llegar a ser la persona que tu quieres que sea y diligentemente hacer todo lo que quieres que yo haga. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."

1. Proverbios 22:29.
2. Proverbios 13:4 (NVI).

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