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Octubre 23, 2013

"Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia."¹

Aunque lo he citado anteriormente, aprecio el siguiente dicho porque hay tanta verdad en ello:

"Son las cosas pequeñas que nos molestan y nos ponen en el estante, ¡se puede sentar sobre una montaña pero no en una tachuela!"

Es asombroso que tan tensos e impacientes podemos ser con las pequeñas molestias de la vida diaria. A veces parece que estas nos molestan más que los problemas grandes.

Pero recuerde que las cosas que nos molestan no causan nuestra impaciencia, ¡simplemente lo desencadenan! Y eso es lo que Dios quiere que enfrentemos y arreglemos. El nos quiere componer de adentro para afuera para que aprendamos paciencia y toda gracia.

Pero mantén en mente, si usted no quiere experimentar pruebas y tribulaciones, ¡nunca ore por paciencia! Esto es porque solo aprendemos paciencia experimentando las cosas que nos molestan y nos hacen enojar.

El crecimiento usualmente es despacio. Entonces, mientras aprendemos a ser pacientes con otros, no se le olvide aprender a ser paciente con sí mismo.

Oración sugerida: "Querido Dios, ayúdame a no solo crecer en paciencia pero 'en fe y amor y en toda gracia / Que conozca mas de tu salvación / y buscar más sinceramente tu rostro.' Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."

1. Romanos 5:3 (RVR 1995).

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