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Noviembre 05, 2013

"Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu."¹

Hace algún tiempo leí como "un grupo de vendedores fueron a una convención regional de ventas en Chicago. Ellos le habían asegurado a sus esposas que ellos regresarían a casa con suficiente tiempo para la cena del Viernes por la noche. En su apuro, con boletos y maletas, uno de estos vendedores accidentalmente volteo una mesa que tenia sobre ella un muestreo de manzanas. Manzanas volaron por todas partes. Sin detenerse o mirar hacia atrás, todos pudieron alcanzar el avión justo a tiempo para su vuelo que por poco lo perdían.

"Todos menos uno… El pauso, respiro profundo, y experimento una punzada de compasión por la niña de quien su mesa de manzanas había sido volteada.

"Él le dijo a sus compañeros que siguieran sin él, le dijo a uno de ellos que le llamara a su esposa cuando llegaran a sus casas y le explicaran su vuelo retrasado. Entonces el regreso a la terminal donde las manzanas estaban por todo el piso.

"El estaba contento que lo había hecho.

"¡La jovencita de 16 años estaba completamente ciega! Ella estaba llorando calladamente, y desesperadamente tratando de juntar su fruta tirada mientras la gente le pasaba por todos lados, nadie se detenía para ayudarle en su desesperación.

"El vendedor se puso de rodillas en el piso con ella, juntó todas las manzanas, las puso de nuevo en la mesa y le ayudo a la joven acomodar de nuevo su muestreo. Mientras él hacia esto, noto que muchas de ellas habían sido golpeadas y estaban marchitadas; estas puso en una canasta diferente.

Cuando el había terminado, el saco su cartera y le dijo a la jovencita, "Ten, por favor toma estos $40 dólares por el daño que hicimos. ¿Estás bien?" Ella asintió a través de sus lágrimas. El continuo diciendo, "Espero que no hayamos arruinado tu día demasiado."

"Mientras el vendedor comenzó a irse, la joven confundida le llamo diciendo, 'Señor…' El pauso y se dio la vuelta para ver la a los ojos. Ella continuo, '¿Usted es Jesús?'

"El se detuvo a medio paso, y se quedo pensando. Entonces siguió despacio para alcanzar el próximo vuelo con esa pregunta ardiendo en su alma: '¿Usted es Jesus?'"²

Oración sugerida: "Querido Dios, yo estoy disponible, por favor úsame para ser 'como Jesús' de alguna manera hoy a cada vida que toque, y permite que ellos, viendo a Jesús en mí, lo quieran también para ellos mismos. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."

Nota: Si usted nunca ha entregado su vida a Jesucristo y le gustaría hacerlo hoy, asegúrese de leer el artículo, "Como Estar Seguro Que Es Un Cristiano Verdadero" en: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.

1. El Apóstol Pablo (2 Corintios 3:18, NVI).
2. Autor Desconocido.

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