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Enero 02, 2020

"No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.  Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús."¹

Imagínese en un campo abierto siendo perseguido por un tigre. Su cerebro recibe el mensaje y su glándula de adrenalina comienza a bombear furiosamente, preparándolo para escape instantáneo. Corre por su vida. Mientras rompe el record mundial de la carrera de quinientos metros, usa toda la adrenalina excesiva.

¿Pero qué pasa si está viviendo todo el tiempo en un estado de temor, preocupación, o ansiedad? Se estresa. Esto molesta el balance químico en su cuerpo lo cual, en cambio, eventualmente le hace pagar por ello a través de alguna enfermedad o un desglose físico. El estrés mata. Necesitamos aprender cómo mantenerlo bajo control. Para hacer esto, los siguientes cinco pasos positivos de lo que no deberíamos hacer le ayudaran:

1. No ignore su bienestar. Disciplínese a vivir una vida balanceada en las siguientes áreas: espiritual, emocional, intelectual, física, familiar y relacional, relajación y pasatiempos, y su trabajo y servicio.
2. No encierre (reprima) sus sentimientos. Aprenda como compartirlos con un amigo de confianza. Y recuerde cuando se trata de emociones negativas, lo que fallamos hablar creativamente, terminamos actuando sobre ello destructivamente en una forma u otra.
3. No ignore su salud física. Siga una dieta saludable y balanceada, y asegúrese de hacer bastante ejercicio físico vigoroso lo cual, entre muchos otros beneficios, ayuda a quemar adrenalina excesiva.
4. No ignore sus necesidades sociales. Fuimos creados para estar en relación con otros. Recuerde, también, cuando Jesús estaba en la tierra, casi todo su ministerio estaba en relación con los doce discípulos. Y con tres de estos, Pedro, Santiago, y Juan, el tenia una relación cercana, así como lo tenía con sus amigas, Maria y Marta.
5. No ignore su vida espiritual. Aprenda a confiar en Dios con cada área de su vida, y vivir en harmonía con la voluntad de Dios y seguir el ejemplo de Cristo: "Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente."² Es decir, cuando Jesús estaba en la tierra, el se desarrollo intelectualmente, físicamente, espiritualmente, y emocionalmente. Un ejemplo muy saludable y un modelo para seguir.