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Encuentros Diarios
Enero 24, 2014
Palabras
“Las palabras en el momento oportuno son como manzanas de oro incrustadas en plata.”1
Me encantan las palabras. Con palabras podemos mover a una persona a reír, llorar, a amarnos u odiarnos. Con palabras podemos inspirar a algunos a actos nobles de bondad, o si así lo queremos, podemos persuadir a otros a actos crueles de violencia y maldad.
Me encantan frases sencillas también. Pueden hacer declaraciones poderosas. Los he estado colectando por años de varias fuentes. Quisiera saber quien dijo cada una; algunas si se, pero desafortunadamente no se muchos. Espero que lo siguiente sea tan enriquecedor para usted como lo ha sido para mí.
“La tragedia en la vida,” dijo Albert Schweitzer, “no es que muramos, mas bien, lo que muere dentro de un hombre mientras vive.”
“El jardín descuidado,” escribió A.W. Tozer, “pronto estará cubierta con hierbas; el corazón que falla en cultivar la verdad y sacar el error, pronto será un desierto teológico.”
Abraham Lincoln dijo, “Lo mejor acerca del futuro es que llega solo un día a la vez.”
Un Proverbio Chino dice, “La jornada más larga empieza con el primer paso.” Y otro, “Tiene que cavar su pozo antes de que le de sed.” “Si uno se queda demasiado tiempo en su concha, terminara volviéndose loco.”
“Cuando tiene muchos bordes ásperos, es fácil detenerlo pero difícil abrazarlo.”
“No le importa a la gente cuanto sepa usted hasta que saben cuánto se interesa por otras personas.”
“Para tener un sentir saludable del valor de uno mismo, no tiene que ser el mejor. Solo su mejor.”
Winston Churchill observo sabiamente que la oposición puede ser algo saludable diciendo: “Los cometas suben contra, no con el viento.”
“Si lo resienta, no lo haga; si lo hace, no lo resienta.”
Ivy Baker Priest dijo, “El mundo es circular, y el lugar que parezca ser el fin también puede ser solo el principio.”
Y finalmente, “La manera que tratamos a las personas es la manera que tratamos a Dios.”
Oración sugerida: “Gracias Dios por Tus palabras en Tu Palabra. Como David, ayúdame a guardar Tu Palabra en mi corazón para que yo no peque contra Ti y permite que mis palabras sean como ‘manzanas de oro incrustadas en plata.’ Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Proverbios 25:11 (DHH).
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