| |
Encuentros Diarios
Febrero 18, 2014
Nunca Demasiado Viejo, Parte I
"Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que el Señor hizo la promesa por medio de Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto; aquà estoy este dÃa con mis ochenta y cinco años: ¡el Señor me ha mantenido con vida! Y todavÃa mantengo la misma fortaleza que tenÃa el dÃa en que Moisés me envió. Para la batalla tengo las mismas energÃas que tenÃa entonces. Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. Desde ese dÃa, tú bien sabes que los anaquitas habitan allÃ, y que sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del Señor los expulsaré de ese territorio, tal como él ha prometido."1
Cuando los Israelitas estaban conquistando la Tierra Prometida que Dios les habÃa dado, Caleb le dijo a Josué, "¡Dame la región montañosa para conquistar!" Caleb tenÃa ochenta y cinco años de edad en aquel tiempo. (Vivian mucho más en aquel tiempo.)
Si Dios les habÃa dado la Tierra Prometida a los Israelitas, ¿porque tenÃan que pelear por ella? Porque el hecho que Dios se los dio hizo posible que ellos la pudieran conquistar. Si Dios se los hubiera dado en un platillo de plata, ellos nunca hubieran aprendido a confiar en él ni hubieran aprendido a ser individuos responsables y maduros.
Caleb logro su meta porque el sabia precisamente lo que el propósito de Dios era para el pueblo de Israel y el mismo, y no permitió que su edad lo detuviera.
Si nosotros, también, queremos lograr algo que valga la pena en nuestra vida, a pesar de nuestra edad, es imperativo que nosotros, también, sepamos lo que es el propósito de Dios para nuestras vidas — y actuemos de acuerdo a ello.
Oración sugerida: "Querido Dios, estoy disponible y quiero ser usado por ti. Por favor haz claro lo que es el propósito que tú tienes para mi vida, y ayúdame a cumplirlo. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."
- Josué 14:10-12 (NVI).
<:))))><
|
|