Encuentros Diarios
Marzo 03, 2020
Agotamiento
“Pero él me dijo: ‘Te basta con mi gracia, pues
mi poder se perfecciona en la debilidad’". 1
"Emocionalmente, a
veces hemos trabajado un dÃa completo en una hora", escribe Zack Eswine en
su libro The Imperfect Pastor (El Pastor Imperfecto). Aunque se referÃa a las cargas que a menudo llevan los pastores, creo
que esto también es cierto para nosotros. Las situaciones difÃciles o las
responsabilidades pesadas a menudo nos dejan mental, fÃsica, emocional y
espiritualmente agotados.
Me
encontré sintiendo este agotamiento la semana pasada. Mi tÃo estaba en el
hospital debido a una condición de salud grave y viendo que no tiene hijos
propios, me llamaron para estar con él y mi tÃa mientras discutÃan opciones con
el médico. Tuvimos que tomar decisiones que cambiarÃan su vida, pero era necesario para su bienestar. Esto significaba viajes
continuos de ida y vuelta desde el hospital. Además de esto, mi esposo fue
diagnosticado con neumonÃa y estaba experimentando algunas complicaciones
debido a esto. En un momento, ¡tuve a mi marido y a mi tÃo en el hospital!
También tengo dos
hijos
pequeños y estoy
embarazada de 5
meses, asà que me encontré sintiendo el peso de todo lo que estaba sucediendo
mientras trataba de cuidar de mis hijos y sus horarios también. Llegué al punto en que finalmente
dije: "¡Señor, estoy tan cansada! ¡Sólo quiero dormir!"
Me
recordó a ElÃas en 1 Reyes 19:1-9. ElÃas habÃa matado a los profetas de Baal, y
ahora Jezabel está amenazando con matarlo. Con miedo, ElÃas corre por su vida.
Finalmente llega a un arbusto, se sienta debajo de él y ora para que pueda morir. Le dice al
Señor en el versÃculo 4: "He tenido suficiente, Señor." Él se acuesta
y se queda dormido. El ángel del Señor se le acerca dos
veces y le dice que se levante y coma. Después de sentirse abrumado y agotado, el Señor se
encuentra con ElÃas y le da la fuerza que necesita para continuar.
¿Alguna
vez has sentido este agotamiento? A veces, nosotros también necesitamos
permitir que el Señor sea nuestra fortaleza en la debilidad y que seamos alentados
por El. Con ElÃas, el Señor envió un ángel. Para nosotros puede venir en forma
de una conversación con un amigo o ser querido, una canción de adoración que
escuchamos, o simplemente viniendo a Dios en oración y permitiéndole hablar con
nosotros. Sea cual sea la situación, recordemos que nuestra fuerza proviene del
Señor. Clamemos a él porque responderá.
Oración
sugerida: "Querido Dios, gracias por ser mi fuerza cuando no me queda
nada. Eres fiel y nunca nos dejas ni nos abandonas. Gracias porque siempre
podemos confiar en que nos encontrarás donde estamos. Eres un buen Padre que se
preocupa por nosotros. En el nombre de Jesús, amén."
1. 2
Corintios 12:9 (NVI).
|