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Julio 13, 2020

"No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia."¹

"El que teme la crítica", declaró Thomas Jefferson, "está sin esperanza. Sólo los que hacen las cosas son criticados. El ocioso se pierde de vista en la marcha de los acontecimientos, pero el hacedor es observado y criticado. Dudar por miedo a las críticas pierde la batalla mientras los hacedores marchan hacia la victoria y los triunfos.

"Si su causa es correcta, no tenga miedo de la crítica: Abogar por ella, exponerla y, si es necesario, luchar por ella. Los críticos siempre estarán, pero para los fuertes son una ayuda más que un obstáculo. A medida que el caballo avanza cuando se lanza con el espolón, los hacedores avanzan bajo el azote de las críticas. Toma tu parte en el escenario de la vida y juega tu papel hasta el final. Defiende lo que es bueno [lo que es correcto]. Sé un hacedor, no un robot. Mira el mundo a la cara y deja que los críticos critiquen".

El hecho es que aquellos que logran algo que valga la pena en la vida están destinados a ser el blanco de los golpes de hombres celosos. Además, la persona que, por miedo a las críticas, trata de complacer a todos termina sin complacer a nadie.

Comprende también, que un crítico incesante y negativo es básicamente una persona enojada. Nunca han resuelto sus heridas del pasado y están buscando ganchos para colgar su ira. Es decir, están proyectando su ira y/o fracasos a otros en lugar de aceptar la responsabilidad de sus propios problemas sin resolver.

Por otro lado, cuando se da una crítica constructiva, aceptémosla con el espíritu en el que se da, evalúemos de manera realista y hagamos cambios cuando sea necesario. Esta es una característica de una persona madura.

Oración sugerida: "Querido Dios, por favor ayúdame a ser semejante a Cristo cuando se me critique en que acepto todas las críticas de una manera madura y no me ponga a la defensiva. Dondequiera que la crítica sea válida, ayúdame a aceptarla con mucho gusto y hacer los cambios necesarios en consecuencia. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Agradecidamente, en el nombre de Jesús, amén."

1.  1 Pedro 2:23  (NTV).

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