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Encuentros Diarios
Marzo 20, 2014
Milagro y No Magia
“Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.â€1
Hace años me rompà el tendón de Aquiles y estuve enyesado y con muletas por seis semanas. Después de que me fue removido el yeso estaba ansioso de volver a la actividad de nuevo. Poco después, al pasear en mi bicicleta, me baje de ella para cruzar con precaución una avenida muy transitada y estaba la luz en verde. Cuando baje la acera (banqueta) de repente un auto dio la vuelta a la esquina sin detenerse. Me asuste y brinque fuera d su camino – y volvà a romperme el mismo tendón. No fue divertido.
En realidad, fue una desgracia que esto pasara, pero el hecho es que en realidad no me habÃa dado el suficiente tiempo para que sanara apropiadamente antes de subirme a la bicicleta. vAlgunas veces cuando oramos para sanar de una enfermedad, queremos que Dios nos sane sin tomar en cuenta nuestra responsabilidad en el asunto. Cuando hacemos esto, estamos buscando más por magia que por un milagro. Como David Seamands lo dijo, “Creo en milagros pero no en magia.â€
Es más, en ocasiones nos brincamos uno de los requisitos fundamentales para sanar. Muchas enfermedades – fÃsicas, emocionales, espirituales o en las relaciones – son causadas o agraviadas por emociones negativas y sin resolver que hemos reprimido y están súper recargadas, como lo son el rencor, el resentimiento, la amargura, la ansiedad, el estrés, pecados sin confesar, culpas, penas, miedos, el no poder perdonar y otras más. Estos problemas pueden y causan muchas enfermedades y, si no las resolvemos pueden prevenir el que sanemos.
Cada que me enfermo le pido a Dios que me muestre si hay algo en mi vida que pueda tal vez estar causándome la enfermedad o empeorándola.
Ayer hablaba con un hombre que tiene una enfermedad muy seria. Era muy aparente que era un hombre resentido. Lo cual me hizo pensar. Como les gusta decir a Henry Cloud y John Townsend, “Dios es piadoso. Cuando tenemos problemas sin resolver, él nos da sÃntomas.â€
Es bueno hacer las cosas a la manera de Dios si deseamos sanar. La confesión es la clave principal para sanar y mejorar la salud.
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mÃo, por favor ayúdame a ser siempre honesto conmigo mismo y contigo, a ver todos mis problemas sin resolver, a admitir cuando he pecado, y a confesar mis pecados a ti y a un pastor, padre, consejero o amigo en quien yo confÃe – y asà recibir el perdón y la salud. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Santiago 5:15 (NIV).
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