|
Encuentros Diarios
Febrero 25, 2022
¡Salta! ¡Te atraparé!
"... El amor nunca se da por
vencido, jamás pierde la fe..."1
Nadar en la piscina pública fue
un punto culminante del verano. Cada fin de semana mamá preparaba un sabroso
picnic, papá recogÃa el equipo de natación y el pequeño Johnny se aseguraba de
ponerse sus chanclas favoritas. La piscina generalmente estaba llena los
sábados por la tarde, pero todavÃa habÃa suficiente espacio para disfrutar de
un buen chapuzón fresco antes de la comida. Johnny, de 4 años, habÃa estado
tomando clases de natación, pero, en este dÃa, se sentÃa valiente mientras
gritaba: "¡Papá! ¡Atrápame!". Papá se volvió ante el sonido de la voz
de Johnny y extendió sus brazos justo a tiempo para atrapar a Johnny mientras
se lanzaba en el medio de la piscina. Aunque Johnny no habÃa pasado de la marca
de tres pies y medio, hoy confiaba, de todo corazón, en que su padre lo
atraparÃa y lo protegerÃa de ahogarse en el extremo más profundo. Durante el
último mes, papá y Johnny habÃan jugado este juego de "saltar y
atrapar" en el extremo poco profundo de la piscina. Johnny habÃa mostrado
plena fe en su padre cuando decÃa: "¡Salta a mÃ, Johnny, te
atraparé!" Sin dudarlo, Johnny habÃa dado el paso, sin dudar nunca de que
los fuertes brazos de su padre lo atraparÃan. Esta confianza inquebrantable en
su padre llevó a Johnny a sentir que papá lo protegerÃa en cualquier lugar de
la piscina. A medida que pasaban los años, Johnny y papá continuaron su juego
de verano, hasta que un dÃa papá gritó: "¡Vamos Johnny, Salta! ¡Te
atraparé!", que Johnny, de 10 años, respondió: "De ninguna manera,
papá, ¡no confÃo en ti!" No era que Johnny no pensara que su padre ya no
podÃa protegerlo, era más que Johnny no estaba del todo seguro de que su padre
aún pudiera atraparlo. La fe de Johnny en su padre habÃa flaqueado porque
Johnny se estaba volviendo más independiente y realmente no sentÃa que
necesitaba que su padre lo atrapara más.
Nuestra relación con Jesús es
similar. Cuando éramos cristianos nuevos, confiábamos en Jesús de todo corazón;
sabiendo que nos atraparÃa si caÃamos. Pero a medida que pasaron los años y nos
volvimos más independientes en nuestro caminar con Cristo, dejamos de confiar que
Jesús se ocuparÃa de todas nuestras necesidades. De repente, sentimos que
podÃamos ocuparnos de las cosas por nuestra cuenta. Muchas veces hemos
fracasado. Pero Jesús nos está llamando hoy: "¡ConfÃa en mÃ! ¡Te
protegeré!" No importa cuán "espiritualmente" viejos seamos,
Jesús todavÃa estará allà sosteniendo Sus brazos amorosos diciendo:
"¡Salta! ¡Te atraparé!" ¿No darás ese paso con Jesús hoy? ConfÃa en
que Él te protegerá.
Oración sugerida:
Querido Señor, ayúdame a confiar
en ti con todo mi corazón (Prov. 3:5), porque tú conoces el mejor plan para mi
vida. PermÃteme descansar en la protección de tu amor por mÃ, para que pueda
venir a ti con una fe inquebrantable. Gracias por ser siempre firme. ¡Pongo mi
confianza en ti! En el amoroso nombre de Jesús, Amén.
1 Corintios 13:7 (NVI).
|
|