Encuentros Diarios
Agosto 18, 2022
El peso de una oraci贸n
"As铆 que mi Dios
les proveer谩 de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que
tiene en Cristo Jesus."1
Louise Redden, una dama mal vestida con
una mirada de derrota en su rostro entr贸 en una tienda de comestibles. Se
acerc贸 al due帽o de la tienda de la manera m谩s humilde y le pregunt贸 si la
dejar铆a cobrar algunos comestibles. Ella explic贸 suavemente que su esposo
estaba muy enfermo y no pod铆a trabajar, ten铆an siete hijos y necesitaban
comida. John Longhouse, el due帽o, se burl贸 de ella y le pidi贸 que saliera de su
tienda.
Visualizando las necesidades de la
familia, ella dijo: "隆Por favor, se帽or! Te traer茅 el dinero tan pronto
como pueda".
John le dijo que no pod铆a darle cr茅dito,
ya que ella no ten铆a una cuenta de cargo en su tienda.
De pie junto al mostrador hab铆a un
cliente que escuch贸 la conversaci贸n entre los dos. El cliente camin贸 hacia
adelante y le dijo al due帽o que ser铆a bueno para lo que ella necesitara para su familia.
El due帽o dijo con voz muy reacia:
"驴Tienes una lista de compras?
Louise respondi贸: "S铆, se帽or".
"Est谩 bien", dijo, "ponga su lista de compras en la balanza y lo
que sea que pese su lista de compras, le dar茅 esa cantidad en
comestibles". Louise dud贸 por un momento con la cabeza inclinada, luego
meti贸 la mano en su bolso y sac贸 un pedazo de papel y escribi贸 algo en 茅l.
Luego coloc贸 el pedazo de papel en la balanza cuidadosamente con la cabeza
todav铆a inclinada.
Los ojos del due帽o y el cliente
mostraron asombro cuando la balanza baj贸 y se qued贸 abajo. El due帽o mirando la
balanza, se volvi贸 lentamente hacia el cliente y dijo sorprendido: "No
puedo creerlo".
El cliente sonri贸 y el due帽o comenz贸 a
poner los comestibles al otro lado de la balanza. La b谩scula no se equilibr贸,
por lo que continu贸 poniendo m谩s y m谩s comestibles en ella hasta que la balanza
no se sostuvo m谩s. El due帽o se qued贸 all铆 con total disgusto. Finalmente,
agarr贸 el pedazo de papel de la balanza y lo mir贸 con mayor asombro.
No era una lista de compras, era una
oraci贸n que dec铆a: "Querido Se帽or, conoces mis necesidades y dejo esto en
tus manos". El due帽o le dio los comestibles que hab铆a colocado en la
balanza y se qued贸 at贸nito en silencio. Louise le dio las gracias y sali贸 de la
tienda.
El cliente le entreg贸 un billete de
cincuenta d贸lares a John y dijo: "Vali贸 la pena cada centavo". Fue
alg煤n tiempo despu茅s que John Longhouse descubri贸 que la balanza estaba rota;
por lo tanto, s贸lo Dios sabe cu谩nto pesa una oraci贸n.2
Oraci贸n sugerida: Querido Dios, gracias
por conocer mis necesidades antes de siquiera pedir, y por cuidarme tan
entra帽ablemente. Ay煤dame a creer que proveer谩s de acuerdo con tu voluntad y
ay煤dame a orar con confianza sabiendo que me escuchas. En el nombre de Jes煤s,
am茅n.
Filipenses 4:19 (NVI). www.sermoncentral.com
El Encuentro de hoy fue
compartido por: Crystal B.
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