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Noviembre 07, 2022

"No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentaran la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidara su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesus."¹

Muchas veces, cuando enfrentamos pruebas, a menudo recurrimos a la oración solo como último recurso. Por ejemplo, había un hombre que estaba luchando una valiente batalla contra el cáncer. Mientras la gente observaba el efecto gradual en su cuerpo y estilo de vida, una persona dijo: "Bueno, han intentado todo lo demás. Supongo que es hora de comenzar a orar". Otro hombre estaba pasando por un momento extremadamente difícil en el trabajo, y simplemente no podía resolver sus abrumadores problemas. Finalmente, dijo: "He intentado todo lo que sé para superar esta situación, y nada ha funcionado. Es hora de empezar a orar".

En ambos casos, la oración fue vista como un último esfuerzo para resolver el problema. Sólo después de que todas las demás opciones fueron eliminadas, la persona decidió orar. En lugar de que la oración sea el último recurso, debería ser una de las primeras cosas que hacemos.

George Mueller aprendió de primera mano a depender de Dios incluso para las necesidades más pequeñas. Y así lo hizo en cada área de su vida y ministerio después de entregar su vida al Señor. A finales de los años 1800, había dedicado una gran parte de su ministerio a los niños huérfanos. Una mañana, George fue informado de que la despensa estaba vacía y que no habría comida ese día. Sin embargo, reunió a todos los niños y al personal y oró agradeciendo a Dios por la provisión de alimentos como siempre lo hacían, aunque este día no había comida en la mesa. Unos momentos más tarde, un panadero llamó a la puerta y le dijo al Sr. Mueller que Dios lo había llevado a hornear pan la noche anterior y dárselo al orfanato hoy. Antes de que se les diera el pan a los niños, un lechero llamó a la puerta anunciando que su camión de leche se había averiado y que la leche se echaría a perder mientras esperaba que se arreglara la rueda, por lo que se preguntó si el orfanato podría usar un poco de leche gratis.

                                                                                                                                          Dios está listo y dispuesto a proveer para nuestras necesidades; Todo lo que tenemos que hacer es pedir. El Señor contesta la oración, y Él quiere que vengamos a Él continuamente con todas nuestras necesidades. La Biblia nos dice que "no estemos ansiosos por nada, sino que oremos por todo... que tus peticiones sean dadas a conocer a Dios". En lugar de orar cuando estás preocupado por una situación específica, asegúrate de orar constantemente para que seas bendecido todos los días.

Oración sugerida: Querido Señor, eres tan misericordioso para atender mis necesidades y responder cuando oro. Gracias por proveerme en tu tiempo. Estoy tan bendecido de poder poner mi ansiedad a tus pies y descansar. En el nombre de Jesús, Amén.

1. Filipenses 4:6-7 (NTV).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Veronica B.