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Encuentros Diarios
Noviembre 06, 2014
El Fracaso Nunca es lo Último
"De ninguna manera te desampararé ni te dejaré.â€1
Muchos conocerán la historia de cómo en el dÃa de Año Nuevo, 1929, Georgia Tech jugó contra la universidad de California en el partido anual de futbol americano del Tazón de las Rosas. En ese juego un hombre llamado Roy Reigels recuperó la pelota para la universidad de California. Por desgracia se confundió y empezó a correr en la dirección equivocada. Uno de sus compañeros, Benny Lom, lo derribó al suelo antes de que apuntara para el equipo contrario.
Esto sucedió durante la primera mitad del partido. Todos se preguntaban lo que harÃa el Entrenador Nibbs Price con Roy Reigels durante la segunda mitad del partido. Durante el medio tiempo Riegels se sentó sólo en una esquina, se puso una toalla sobre los hombros, cubrió su cara con sus manos y lloró como un bebé.
Tres minutos antes de iniciar la segunda parte del partido el entrenador Price miró al equipo y les dijo, “Hombres, el mismo equipo que jugó en la primera parte jugará en la segunda.â€
Reigels no se movió. El entrenador le llamó y de nuevo no se movió. Acercándose a Reigels el entrenador se sentó junto a él y le dijo “¿Me escuchaste Roy? El mismo equipo que jugó en la primera parte iniciará la segunda parte.
Reigels respondió, “entrenador no hay manera de que yo haga eso.†Lo arruine todo. He arruinado a la Universidad de California. Me he arruinado a mà mismo. No me puedo enfrentar a los aficionados en el estadio por nada del mundo.
El entrenador Price le puso el brazo sobre los hombros y le dijo, “Roy levántate y regresa, sólo va la mitad del juego.â€
Roy regreso a la cancha. Aquellos hombres del Tech les dirán que ellos jamás habÃan visto a nadie jugar como Roy Reigels jugó la segunda parte.
¿Y no es eso lo que Dios hace por todos nosotros? Cada vez que hacemos algo mal. Fracasamos. Complicamos las cosas. Pero Jesús siempre está allÃ. Nos pone una mano en el hombro y nos dice, Levántense. No se den por vencidos. Aquà estoy con ustedes. Los amo y de ninguna manera les desampararé ni les dejaré, no importa lo que hagan.
En realidad si tuviésemos que traducir las palabras de Jesús en forma literal, esto es lo que dirÃan, “Nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, les desampararé ni les dejaré, o Nunca, en ningún momento, para nada les desampararé ni les dejaré
Como lo dice el dicho, el único fracaso real es el no levantarse una vez mas de las que hemos caÃdo.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por amarme y aceptarme tal como soy—mezquinos y todo, fallas y todo—y por haberme perdonando mis pecados y mis fracasos. Te agradezco que nunca me desampararas ni me dejaras. Por favor ayúdame a aprender y a crecer a través de mis errores y mis fallas y que poco a poco me convierta en la persona que tú deseas que sea. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Jesús (Hebreos 13:5).
NOTE: Para más ayuda asegúrese de leer “como estar seguro de ser cristiano†en: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.htm
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