Encuentros Diarios
Febrero 18, 2020
Una Mente Puesta en Dios
“No se angustien. ConfÃen en Dios, y confÃen también en mÃ. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera asÃ, ya se lo habrÃa dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Asà ustedes estarán donde yo esté.â€1
Jesús por supuesto estaba hablando de regresar para venir por sus seguidores y llevárselos con él al cielo.
La primera venida de Jesús es sin duda un hecho de la historia. Su segunda venida es igual de cierta. Lo que es incierto es la fecha de su retorno. A traves de los años muchos han tratado de predecir la fecha y no lo han logrado. Solo Dios conoce la fecha.
Otros nos han acusado a los cristianos de tener la mente tan puesta en Dios que no somos de uso en la tierra. Es verdad, algunas personas reaccionan de esta manera, pero esto pasa cuando ellos usan su religión como un escape o una defensa en vez de enfrentar su propia realidad.
Aprecio lo que David Shibley escribió: “Recuerden a una mente puesta en Dios†como lo fue Wilberforce quien en su pasión por la dignidad humana ayudó a erradicar el cambio de esclavos a través del imperio Británico. Vayan a la ciudad de Chicago y observen a las personas que trabajan en la Mision Pacific Garden mientras que ellos les dicen a las personas en la calle como llegar al cielo mientras que ellos les proveen alimentos y albergue. Observen al mundo entero y observen los miles de hospitales, refugios, hospitales para leprosos, hogares para menores y colegios que se han construido para honrar a Dios. El punto es obvio. Aquellos que en realidad tienen su mirada en el otro mundo son regularmente los más activos por un cambio constructivo en este mundo.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, como Jesús nos enseño a orar, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Y ayúdame, mientras estoy en la tierra, para ser parte de tu plan y de lo que estás haciendo en el mundo hoy en dÃa. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
NOTA: Si no están seguros de que irán al cielo, asegúrense de obtener su “Pasaporte al cielo†en: http://www.actsweb.org/sp/pasaporte.htm. Y hagan lo que hagan, no dejen este mundo sin el pasaporte.
1. Jesús (Juan 14:1-3, NVI).
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