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Encuentros Diarios
Octubre 13, 2015
Evitando la confusión en el hogar
“Maridos, amad a vuestras mujeres asà como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sà mismo por ella.â€1
Un dÃa un hombre llegó a casa del trabajo y se encontró con un desorden en casa. Los niños estaban afuera aun en sus pijamas jugando en el lodo y la suciedad. HabÃa cajas de comida vacÃas y envolturas por todas partes. Al entrar a casa se encontró con un desastre aun mayor. Platos en la barra de la cocina, la comida del perro tirada por el piso, un vaso roto bajo la mesa, y un puñado de arena junto a la puerta de atrás. El cuarto familiar estaba cubierto de juguetes y artÃculos de vestir, y una lámpara esta en el piso.
Subió las escaleras, pasando sobre juguetes, para ir a buscar a su esposa. Estaba preocupado de que estuviese enferma o que algo le hubiese pasado. La encontró en la recamara, aún en cama en su pijamas, leyendo un libro.
Ella lo miro sonriendo y le preguntó cómo habÃa sido su dÃa. El la miro sorprendido y le preguntó, ¿Qué pasó aquà hoy? Ella sonriendo de nuevo le respondió, “Tú sabes como todos los dÃas cuando llegas de trabajar me preguntas ¿qué fue lo que hiciste hoy?
“SÆrespondió el esposo.
Ella respondió, “Pues, hoy no lo he hecho.â€
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor ayúdame a apreciar lo que mi esposa/madre/amiga/otros han hecho por mÃ. Que nunca los menosprecie y este tan dedicado a ayudarles como ellos están dispuestos a ayudarme. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
1. El apóstol Pablo (Efesios 5:25).
NOTA: Para más ayuda asegúrese de leer “como estar seguro de ser cristiano†en: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.htm
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