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Encuentros Diarios
Octubre 15, 2015
La taza de Leonardo da Vinci
“Señor, nosotros veremos a Jesús.â€1
He leÃdo que cuando Leonardo Da Vinci contaba con cuarenta y tres años de edad, el Duque Ludovinco de Milán le pidió que pintará la dramática escena de la última cena con sus discÃpulos.
Trabajando lentamente y dándole un cuidado meticuloso a los detalles, él se paso tres años en el trabajo. Él junto a los discÃpulos en grupos de tres, dos grupos de cada lado de la figura central de Cristo.
Los brazos de Cristo están extendidos. En su mano derecha, él sostiene una copa que fue pintada bellamente con un realismo maravilloso.
Cuando la pieza maestra fue terminada, el artista le dijo a su amigo, “Obsérvala y dame tu opinión.â€
“Es maravillosa†exclamó el amigo, “la copa es tan real que no puedo quitarle la vista de encima.â€
Inmediatamente Leonardo tomó un pincel e hizo trazos encima de la brillante copa. Al hacerlo él exclamó, “¡Nada detraerá de la figura de Cristo!â€
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor concédeme que nada de lo que haga o diga detracte la belleza de Cristo en mi. Esto sólo lo puedo hacer con tu ayuda. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Juan 20:21.
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