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Encuentros Diarios
Octubre 28, 2015
Cuando el problema no es el problema
“Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.â€1
Juan era uno de los hombres más afluentes que hubiese venido a mà por terapia. Él era médico facultativo muy acertado pero su práctica no estaba muy bien y su segunda esposa estaba a punto de dejarlo. Él tenÃa todo lo que el dinero podrÃa comprar pero era uno de los hombres más miserables que yo habÃa conocido. Su mundo casi se habÃa derrumbado.
Por toda una hora en la primera sesión me senté y lo escuche criticar a su esposa. Y asà él continuó. Finalmente le dije, “ese no es tu problema.â€
¿Qué no es mi problema? Pregunto de forma irritada.
“Regrese la próxima semana y hablaremos de ello,†le dije.
La misma cosa sucedió la semana siguiente y la siguiente y la siguiente. Finalmente él lo comprendió. No era su esposa con quien él estaba tan enojado. Era su madre y él proyectaba toda esa cólera encerrada hacia su esposa. Solo cuando él le hizo frente a la raÃz de su problema fue él capaz de resolverlo.
¿Por qué no le dije más pronto cuál era su verdadero problema? Porque él necesitó verlo por sà mismo y lo harÃa solamente cuando él estuviera listo parar dejar el juego de la culpa y hacer frente a la cólera sin resolver que llevaba dentro de sÃ.
Muchos de nuestros problemas, especialmente los de parentesco, son la fruta de una raÃz muy profunda. Todo lo que vemos es el sÃntoma o lo qué los consejeros llaman la “problema.†Si nos centramos solamente en el sÃntoma, tendemos a reforzarlo. Mientras que no ignoramos los sÃntomas, necesitamos hacer frente a la raÃz del problema y asà liberarnos de los sÃntomas.
Y que pasó con Juan, nuestro amigo el doctor. Se salvó su matrimonio, asà como su práctica, y su esposa se convirtió en consejera.
Como Jesús lo dijo, “Ustedes conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.†O para ponerlo de otra manera, mientras haya cualquier área en mi vida donde no estoy libre al grado de la negación; es decir, hay una cierta verdad sobre mà que no estoy viendo y/o no estoy haciendo frente.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, aquà están los sÃntomas en mi vida (nómbrelos). Si son causados por algo en mi vida que no he enfrentado y resuelto, por favor dame el valor para poder verlo y la decisión para hacer lo que deba de hacer para resolverlo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Jesús (Juan 8:32).
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