Encuentros Diarios
Julio 01, 2025
El incomparable valor de conocer a Jesús
Sin embargo,
todo aquello que para mà era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de
Cristo. Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de
conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo y lo tengo por
estiércol, a fin de ganar a Cristo y encontrarme unido a él. No quiero mi
propia justicia que procede de la Ley, sino la que se obtiene mediante la fe en
Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe.1
Sin importar a
cuántas personas conozcamos o cuántas cosas logremos en la vida, el mayor
privilegio es conocer a Dios. Nada más puede darnos el gozo y la satisfacción
que anhelamos. Y, sin embargo, con frecuencia buscamos la aceptación del mundo
porque olvidamos el tesoro de conocer al Dios vivo.
A menudo, las
personas dicen una oración de salvación y se quedan satisfechas con este primer
paso. Si se les pregunta, "¿Conoce usted a Dios?" la mayorÃa dirá que
sÃ. Pero hay una gran diferencia entre conocer hechos sobre Dios y relacionarse
de manera personal con Él. Los creyentes debemos estar en constante crecimiento
del conocimiento de Dios y de lo que Él considera importante.
Quienes pasan
la vida dependiendo de sà mismos, nunca conocen a Dios en realidad. Él se
manifestará a un corazón que sea honesto y transparente, no a uno lleno de
orgullo y arrogancia. Es en nuestro quebrantamiento donde conocemos al
Señor.
¿Tiene usted
hambre de conocer a Dios? Si es asÃ, pregúntele: ¿Quién eres? ¿Cómo eres?
Luego, ábrase a Dios, no por el bien de Él, puesto que el Señor ya le conoce a
la perfección, sino por su propio bien (Juan 17:3). Al pasar tiempo con su
Padre celestial, usted descubrirá lo muy privilegiado que es.
Oración
sugerida: Amado Padre Celestial, quiero conocerte más, quiero conocer Tu
corazón. Te pido aumentes el deseo en mi corazón por crear una relación cada
vez más Ãntima contigo. Que mi deseo por estar en Tu presencia crezca cada dÃa.
Quiero conocerte por quien Tu eres, no por lo que puedes hacer por mÃ. Señor, enamórame
más de Ti. Oro, en el nombre de Jesús, Amén.
1.
Filipenses 3:7-9 (NVI).
El Encuentro
de hoy fue escrito por: Rosina N.
|