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Encuentros Diarios
Septiembre 11, 2025
Dios sigue siendo Dios
"¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación
me honrara. Seré honrado en el mundo entero.”1
Hace unas noches, comencé a sentirme muy abrumada por
todo. Podría haber tratado de ignorarlo y seguir adelante, pero elegí hablar
con Dios al respecto. A través de mis lágrimas y dificultad para hablar, le
conté todo lo que me abrumaba, y supe que Él entendía completamente. Después de
un par de minutos de desahogarme con Dios, le pedí que me hablara o me diera
algún tipo de señal de tranquilidad. Después de preguntar, el comienzo del
Salmo 46:10 entró en mi mente: Quédate quieto y conoce que yo soy Dios.
Decidí meditar en esto durante unos minutos. Entonces, en lugar de solo pensar Quédate
quieto y conoce que yo soy Dios, comencé a pensar Quédate quieto y conoce
que soy el Dios de paz, soy el Dios de misericordia, soy el Dios de amor, soy
el Dios de bondad, soy el Dios de comprensión, soy el Dios de perdón, y muchas
más de esas declaraciones comenzaron a inundar mi mente. Mientras esos
pensamientos pasaban por mi mente, sentí Su paz porque sabía que, aunque me
sentía abrumada, Dios seguía siendo Dios, Dios seguía siendo bueno y Dios
todavía tenía todo bajo control.
Sé que no soy la única que se siente abrumada a veces
y que hay muchos otros que también luchan contra la ansiedad y el estrés.
Aunque puede ser tentador para nosotros ceder a nuestras emociones y
pensamientos, podemos entregar nuestras preocupaciones a Dios y dejarlas con
Él, tal como dice la Biblia en 1 Pedro 5:7. Sé que a veces necesitamos a
alguien con quien hablar, pero no queremos molestarlos con nuestros problemas,
así que elegimos mantenerlo dentro. Sin embargo, Dios siempre está ahí
esperando que hablemos con Él. Nuestros problemas no son una carga para Dios.
De hecho, quiere que le digamos todo lo que tenemos en mente. Él es la
única persona en la que podemos confiar plenamente y a la que podemos acudir
tanto en los buenos como en los malos momentos, porque Él es nuestro Buen
Padre.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por consolarme
y tranquilizarme en mis problemas. Gracias por escuchar siempre lo que tengo
que decir y por comprenderme. Señor, cuando se me presenten desafíos, por favor
ayúdame a sentir tu presencia y lléname de tu paz. En el nombre de Jesús, Amén.
1.
Salmo
46:10 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Gianna B.
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