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Noviembre 20, 2015

"Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. Den gracias al Dios de dioses; su gran amor perdura para siempre. Den gracias al SEÑOR omnipotente; su gran amor perdura para siempre."¹

En el periódico The Chicago Daily Harold Ruoff escribió, "leí sobre un trabajador postal que abrió y leyó el correo que llegó a la oficina de las cartas sin destino en Washington que iban dirigidas a Santa Claus (Papá Noel). En los tres meses antes de Navidad, había millares de cartas que pedían algo. En los meses después de Navidad, había solamente una tarjeta dirigida a Santa Claus (Papá Noel) para darle las gracias. Con que prisa pedimos y queremos recibir. ¡Pero qué lentos somos para usar la palabra mágica—¡gracias!"

"No estoy sugiriendo que demos gracias a Santa Claus (Papá Noel), pero una de mis oraciones constantes es que Dios me dé un corazón agradecido para cada bendición que él me ha dado tan libremente—y para las innumerables bendiciónes que él nos da y de las cuales incluso no estoy enterado."

Una cosa que sé, cuando pienso en mi pasado, si no fuera por la gracia de Dios, yo no sé donde estaría hoy. Sé que no estaría donde estoy con el maravilloso privilegio de poder compartir el mensaje y el evangelio cristianos con tanta gente alrededor del mundo vía el correo electrónico y el Internet.

Además, aun cuando vine de una familia muy disfuncional, hay una cosa por la cual estaré eternamente agradecido, y es que mis padres me llevaron a la iglesia y a la escuela dominical en donde oí el mensaje del evangelio y allí encontre a Jesucristo como mi Señor y Salvador personal.

Así que, mientras que nos preparamos para el día de Acción de Gracias en los E.E.U.U., dondequiera que usted y yo estemos, dejemos que sea un día tiempo de dar gracias en nuestros corazones especialmente por el gran regalo del amor de Dios al mundo—el regalo de su Hijo, Jesús, quien dio su vida en la cruz de modo que usted y yo pudiéramos tener nuestros pecados perdonados y recibir un perdón completo y libre y el regalo de la vida eterna en el cielo para estar con Dios para siempre.

Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias por tu amor eterno—por amarme sin importar lo que he hecho o lo que no he podido hacer—y que tu misericordia es para siempre. En aprecio porque moriste por mí ayúdame a siempre vivir para ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."

1. Salmos 136:1-3 (NVI).

P.D. ¡Asegúrense de dar gracias a Dios y a los demás todos los días!

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