|
Encuentros Diarios
Febrero 04, 2020
Arreglando las cosas cuando estas salen mal - Parte I
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”1
Usted ha escuchado sin lugar a dudas sobre el albañil que solicitó licencia para ausentarse del trabajo por la razón siguiente: “Cuando llegué al edificio, encontré que el huracán había tirado algunos ladrillos de alrededor de la azotea así que subí a la azotea y usando una viga con una polea y le amarré un par de barriles llenos de ladrillos.
“Entonces bajé, y sosteniendo la polea firmemente, comencé a soltarla. Desafortunadamente, el barril de ladrillos era mucho más pesado que yo y antes de que me diera cuenta de lo qué sucedía, el barril comenzó a bajar, llevándome de un tirón para arriba. Decidi aferrarme a la cuerda sin soltarla puesto que la altura era muy alta para poder saltar. A medio camino me tope con el barril de ladrillos que venían bajando muy rápido. Recibí un duro golpe en mi hombro. Continué subiendo hasta que mi cabeza golpeó contra la viga y mis dedos se lastimaron al atorarse en la polea.
“Cuando el barril golpeó fuertemente contra la tierra, le estalló el fondo permitiendo que los ladrillos se derramen por el suelo. Ahora yo pesaba más que el barril, así que comencé a bajar otra vez a alta velocidad. A la mitad del camino de nuevo me encontré con el barril que iba subiendo rápidamente y recibí lesiones severas a mi barbilla. Cuando llegue al suelo, aterricé en la pila de ladrillos derramados, obteniendo varias cortadas y contusiones dolorosas
“En ese momento debo de haber perdido la cordura porque solté la línea. El barril vino hacia abajo muy rápido, dándome otro golpe en la cabeza, enviándome al hospital. Solicito respetuosamente licencia para ausentarme por enfermedad.”
Todos tenemos temporadas en las que las cosas van mal. Pero cuando vienen los apuros, no es tanto qué nos sucede, pero cómo reaccionamos es lo que cuenta. Los apuros destruyen a alguna gente. Otros llegan a ser más fuertes. La diferencia está en nuestra actitud, siendo realista sobre las cosas y aceptando lo qué ha sucedido, y lo qué hacemos para resolver nuestra situación.
Continuará ....
Se sugiere al siguiente oración: “Querido Dios, cuando las cosas están mal en mi vida, por favor ayúdame a ‘oír' lo qué podrías estar diciéndome y ver lo que necesito hacer para darle la vuelta a la situación y así se convierta en una bendición que me haga más maduro y fuerte. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.”
1. Santiago 1:2-4 (NVI).
<:))))><
|
|