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Encuentros Diarios
Enero 28, 2015
Aún No Estás en Casa
“Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!â€1
Después de servir como misionario por cuarenta años en Ãfrica, Henrio C. Morrison enfermó y tuvo que regresar a América. Al llegar la gran embarcación al puerto de Nueva York habÃa allà una gran muchedumbre reunida para dar la bienvenida a otro pasajero de ese barco. Morrison observó como el presidente Teddy Roosevelt recibió una gran bienvenida a casa después de su safari africano.
El resentimiento se apoderó de Henrio Morrsion y le dijo a Dios en csu enojo, “He regresado a casa después de todo este tiempo sirviendo a la iglesia y no hay nadie, ni una sola persona aquà para darme la bienvenida a casa.â€
Entonces una pequeña y sutil voz vino a Morrison y le dijo, “Aún no estás en casa.â€2
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ayúdame a recordar que mientras desee con tu ayuda vivir una vida plena y servirte fielmente, que las verdaderas recompensas aguardan mi llegada a casa para estar contigo por siempre en el cielo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Mateo 25:21 (NIV).
2. Brett Blair, www.Sermons.com
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