| |
Encuentros Diarios
Febrero 02, 2015
¿Le importamos a Dios?
“Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.â€1
Mi hijo de veinte y pico de años vino a verme ayer por la noche. Él estaba terriblemente molesto sobre el rompimiento de una relación y esto habÃa ocasionado un gran dolor del pasado. Al abrazarlo, él comenzó a llorar en mi hombro sacando asà su dolor. Estoy muy agradecido de que él se sintió seguro para hacer esto ya que él sabe que está bien que comparta sus emociones conmigo sin importar lo que sean.
En momentos como este tengo poco que decir – siento que mi silencio y mi presencia hablan por sà solos. Sin embargo, le doy mi amor y aceptación no importa qué. Desafortunadamente – usualmente más en los hombres que en las mujeres – cuando nuestros hijos o cualquier persona está lastimando, deseamos arreglarlos y cubrirlos elocuentemente con consejos que no han sido solicitados – consejos que están totalmente separados de la necesidad del momento y se pierde totalmente la oportunidad de ser como Jesús con alguien que está sufriendo. Lo qué la gente necesita cuando está preocupada es de alguien que sepa escuchar, un corazón comprensivo, y un hombro para llorar.
A menudo en momentos como estos es cuando se hace la pregunta, “¿dónde está Dios cuando sufre nuestro corazón… le importa? Por extraño que parezca, mientras que mi hijo sollozaba en mis brazos, el siguiente canto se escuchaba en mi computadora. Esto hizo que se humedecieran mis ojos.
Le importa a Jesús cuando mi corazón está dolido
Demasido profundo para regocijarse o cantar,
Mientras que las preocupaciones nos oprimen y angustian,
Y el camino parece largo y cansado
Coro:
Oh, sÃ, le importamos, yo sé que le importamos,
Mi pena ha tocado su corazón;
Cuando los dÃas son agotadores, las noches son monótonas,
Sé que a mi Salvador le importamos.
Le ha importado a Jesús cuando he intentado y he fallado
El resistir a una fuerte tentación;
Cuando para mi profunda pena no hay alivio,
Aun cuando mis lágrimas fluyen toda la noche.
Le importa a Jesús cuando le he dicho “adiósâ€
A quien más he estimado en la tierra,
Y mi triste corazón me duele casi hasta romperse -
¿Lo sabe él? ¿Lo puede ver?2
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por preocuparte cuando mi corazón esta lastimado. Ayúdame a recordar esto siempre y a sentir tu presencia reconfortante sabiendo que cuando entrego y confÃo mi vida a ti, con el tiempo tú harás que mi luto se vuelva regocijo y me convertiré en una persona más rica, más sana, y más considerada. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
1. 1 Pedro 5:7 (NVI).
2. Frank E. Graeff, 1901.
<:))))><
|
|