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Encuentros Diarios
Marzo 18, 2015
Personas problemáticas en la iglesia
"Alejandro el herrero me ha hecho (al apóstol Pablo) mucho daño. El Señor le dará su merecido. Tú también cuÃdate de él, porque se opuso tenazmente a nuestro mensaje."1
Todos hemos escuchado o leÃdo sobre pastores y o sacerdotes tóxicos, ¿pero qué tal sobre miembros de la iglesia que son tóxicos? A ellos no se les da la atención que reciben los pastores o sacerdotes en las noticias – noticias que a los liberales les fascina publicar a todo lo largo y ancho.
He leÃdo que varios estudios han indicado que usualmente son menos de 5 o 6 personas las que logran "correr" a un pastor de una iglesia.
Mientras que esto no me ha pasado a mÃ, a mà me "calló" hace varios años y sé lo doloroso que puede ser. Esto no fue por ser un pastor de alguna iglesia (lo cual hubiese sido devastador), pero de la clase de la escuela dominical en la cual yo era el maestro. Mi principal oponente era una persona que levantó a otros en mi contra. Descubrà para mi consternación que sin comunicármelo habÃan votado para removerme como maestro de la clase. AprendÃ, sin embargo, que yo era solamente uno de los últimos 6 maestros que habÃan sido "silenciados." Esa clase se deshizo desde hace tiempo. También fui miembro de una prospera iglesia la cual ya no existe gracias a un grupo de miembros que estaban descontentos.
Mientras que algunos pastores y maestros necesitan ser removidos por razones justificadas, muy seguido hay luchas por el poder en las Iglesias que causan que los pastores y los lÃderes sean despedidos y se les lastime profundamente. Yo aprendà en el colegio que cada iglesia tiene un "jefe" y que por lo general no es el pastor. Es alguna persona que desea estar en control. Esto le da a él o ella un sentimiento de poder e importancia. Sin embargo, este es un sentimiento falso porque cada persona que necesita estar en control de cada situación es una persona muy insegura. Aún más, sin saberlo ellos juegan el papel del EspÃritu Santo en la iglesia e en la vida de los demás. Como lo advirtió pablo, necesitamos estar al pendiente de los alborotadores – dentro y fuera de la iglesia.
Extrañamente en nuestra cultura occidental llamamos fuertes a las personas controladoras o dominantes cuando en realidad ellos son muy inseguros y débiles. Las personas maduras y genuinamente fuertes nunca son dominantes o controladoras. El ejemplo supremo es Jesús. El siempre habló con autoridad pero nunca fue autoritario (controlador).
Control, como se menciona arriba – ya sea por una mano ponderosa o en la forma azucarada de un manipulador – es un gran problema en nuestra sociedad. Es un destructor no solo de iglesias, clases o grupos, pero también de matrimonios, familias y relaciones personales.
La tragedia es que la mayorÃa de las personas controladores nunca ven o admiten quienes son o lo que están haciendo.
Se sugiere al siguiente oración: "Querido Dios, por favor ayúdame a crecer en madurez para que asi me convierta mas y mas en una persona amorosa y en un lÃder o individuo que no es controlador. Ayúdame a ser como Jesús en todas formas. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. 2 Timoteo 4:14-15 (NVI).
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