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Encuentros Diarios
Mayo 13, 2015
El Ser vs. El Dar Testimonios - 3ra parte
“Pero cuando venga el EspÃritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.â€1
Hace algún tiempo cuando estaba en entrenamiento para ser consejero, paso algo muy interesante. HabÃa doce estudiantes en la clase y en cierto momento el maestro nos puso por pares para practicar el aconsejar a alguien. El nombre de mi maestra era Susana. Algo increÃble paso al mirarla a la cara. De repente su apariencia pareció transformarse y en su rostro yo vi la cara de mi hermana Margarita, quien habÃa fallecido a los 19 meses de edad cuando yo tenÃa solamente cinco años. Aun recuerdo ese dÃa, cuando me preguntaban como me sentÃa, solo sonreà y les dije que estaba bien.
Tristemente, se me habÃa enseñado a la edad de cinco años que los hombres no lloran, asà que yo aprendà desde temprana edad a ser fuerte y a ocultar mis verdaderos sentimientos. Con el tiempo pague un gran precio por esto. Pero el ver a Margarita en la cara de Susana, fueron activadas todas aquellas emociones tan profundas que llevaban tanto tiempo enterradas y comencé a llorar sin control.
“¿Porque estoy llorando?†Le pregunte a Susana. Piadosamente ello no me dijo que no me podÃa sentir asà y no me dio palabrerÃas sin sentido. Ella me dio permiso para llorar y me hizo sentir seguro al hacerlo. ParecÃa como si un pozo sin fondo se hubiese abierto. Llore intensamente por los siguientes tres dÃas.
Volvà a ver a Susana al tercer dÃa. Estábamos sentados sobre cojines en el piso. Susana no tenÃa ningún consejo para mÃ. Ella solo se sentó en el piso y lloró conmigo. De nuevo, algo increÃble sucedió. La cara de Susana cambio de nuevo, pero en esta ocasión no vi la cara de mi hermana, vi el rostro de Jesús.
No sé cómo llamar a este tipo de experiencia y nunca me ha vuelto a pasar. Todo lo que puedo decir es que habÃa algo acerca de Susana que me hizo recordar a mi hermana y cuando ella lloró conmigo, me recordó a Jesús. En su acto de amor y compasión yo mire a Jesús.
Nunca he olvidado esta experiencia y me hace pensar ¿ha visto la genta a Jesús en mi?
Inmediatamente antes del regreso de Cristo al cielo después de la resurrección, el no dijo a sus discÃpulos y seguidores: “Pero ustedes recibirán el poder cuando el EspÃritu Santo venga a ustedes: y ustedes darán testimonio ….†El les dijo, “¡Ustedes serán mis testigos!â€
Y allà está una de las claves mayores para el testimonio efectivo de Cristo y para comunicar el evangelio. En lugar de enseñar como DAR testimonio, necesitamos aprender antes que nada a SER testigos. Como lo leà en un aviso en el colegio:
“La verdad viviente es lo que deseo ver,
No puedo vivir en lo que era antes.
Asà que cierra tu Biblia y enséñame como
Vive el Cristo de quien me hablas.â€
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, quiero ser un testigo efectivo para ti. Por favor ayúdame a SER uno. Ayúdame a vivir para que la gente vea a Jesús en mÃ; esto es tu amor y tu luz brillando a través de mà y permite que al ellos verte en mÃ, les cause el desear lo mismo para ellos. Ayúdame a, en cierta forma SER ‘como Cristo’ con cada vida que toque hoy y por el resto de mi vida. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.â€
1. Hechos 1:8 (NVI).
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NOTA: El mensaje de hoy fue adaptado del libro, I Hate Witnessing (Un pequeño libro sobre la comunicación efectiva del cristianismo) por su seguro servidor, Dick Innes. Para obtener una copia vaya a http://tinyurl.com/33kfbk. Disponible sólo en inglés.
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