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Encuentros Diarios
Junio 02, 2015
Una Forma Sucia de Pelear
"Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro."1
Habiendo trabajado en el área de las relaciones por algún tiempo, he descubierto que uno de los problemas principales (y retos) parece ser la inhabilidad de las parejas para comunicarse y resolver los conflictos efectivamente. Por cierto, de acuerdo a los consejeros, esta es una de las razones principales por las que las relaciones fracasan.
Las relaciones se basan más que nada en emociones. Los hombres tal vez no estén de acuerdo conmigo, pero creo que nuestras lectoras lo estarán. En mi experiencia, la queja numero uno que he escuchado a través de los años por parte de las esposas (en ambos lados del Pacifico) es una variación del tema, "Mi esposo no comparte sus sentimientos conmigo y ni me escucha, ni me entiende."
¿Sorpresa? ¡Sorpresa!
En realidad, los hombres sabemos cómo hacer que un hombre llegue a la luna y como hablar con él mientras esta en ella, pero algunos de nosotros no sabemos cómo comunicarnos efectivamente con nuestras esposas o hijos mientras estamos en la misma habitación.
Sin embargo, no siempre tenemos la culpa los hombres. De nuevo, en mi experiencia, casi tantos hombres como mujeres se lamentan del hecho de que sus parejas se alejen cuando lastimamos sus sentimientos.
El alejarse es una forma sucia de pelar.
Puede ser una forma de hostilidad pasiva, sentir lástima por sà mismo o una forma de justificarnos. Puede ser causado por un miedo a los conflictos, miedo a ser dominado por la otra persona, o por una cantidad de otras razones. Sin embargo, cuando uno de los dos se aleja, no hay una posibilidad para resolver las cosas. Es aun pero cuando en pareja se aleja el uno del otro.
¡Lo que necesitamos aprender es el "pelear" como cristianos!
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor ayúdame a comunicarme efectivamente, a ser honesto con mis sentimientos, a nunca alejarme de los conflictos, y a siempre hablar con la verdad. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. Efesios 4:15-16 (NVI).
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