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Junio 04, 2015

"Sino que siguiendo la verdad en amor en todo momento—hablando con la verdad, haciendo las cosas con la verdad, viviendo con la verdad—y así crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo."¹

Para resolver los conflictos en forma creativa necesitamos, no sólo el hablar con la verdad y escuchar con nuestros corazones, pero, tercero, necesitamos ser honestos y compartir nuestros sentimientos verdaderos - no solo los sentimientos que están a la superficie. Por ejemplo, la ira es por lo regular una defensa para no sentir miedo. Así que, para resolver conflictos es importante el no negar nuestra ira, pero estar conscientes de que es un mecanismo de defensa en contra de nuestros sentimientos más profundos. Esto puede ser algo difícil de hacer para algunos de nosotros. O no sabemos cómo hacerlo, o utilizamos la ira para evitar que la otra persona se nos acerque. O, igualmente destructivo, para evitar el conflicto negamos nuestros sentimientos verdaderos y pretendemos ser algo que no somos en realidad. De esta manera nunca enfrentamos nuestros conflictos, y mucho menos se resuelven, y los resentimientos se acumulan debajo de la superficie por años. Y esta decadencia es la causa detrás de la ruptura de muchas relaciones.

El autor John Powell se expresa acerca de esta actitud en forma directa al decir, "Defendemos nuestra deshonestidad (negando y no compartiendo nuestros verdaderos sentimientos) bajo la excusa de que esto podría lastimar a la otra persona. Y entonces, habiendo racionalizado nuestra falsedades y habiéndolas convertido en algo noble, nos conformamos con relaciones superficiales."²

Cuarto, para resolver conflictos es importante usar el mensaje "Yo". Esto es, en lugar de decir, "Me haces enojar o en verdad que lastimas mis sentimientos" usen palabras al efecto, "Cuando tú dices (o haces) cosas como éstas me lastiman y/o me molestan, y necesitamos hablar al respecto."

Quinto, eviten el juego de la culpa a todo costo. Muchos, si no es que la mayoría de nosotros somos como el abogado en la Biblia quien, "queriendo justificarse a sí mismo dijo a Jesús;' ¿y quién es mi projimo?'"² Esto fue cuando Jesús le dijo que el mayor de los mandamientos era el amar a Dios y a su prójimo como a sí mismo.

Si no me amo y no me acepto en un sentido sano, el conflicto puede ser terriblemente triste. Necesito comprender que nadie pueda trastornarme (lastimar mis sentimientos o hacerme enojar) sin mi permiso. Por ejemplo, si tuviera un concepto perfecto de mi mismo (que no lo tengo) sería muy raro que mis sentimientos pudiesen ser lastimados. Lo que hace o dice la otra persona puede o no ser un problema, pero como yo responda es siempre mi responsabilidad. Y al grado al que reaccione de más, ese será siempre mi problema. Así que antes de que ponga la culpa en los pies de otra persona, necesito ser muy honesto conmigo mismo y saber cuando estoy respondiendo en forma responsable y admitir abiertamente cuando reacciono de más en comparación con lo que ha sucedido. El reaccionar de esa manera sucede cuando algo que sucedió en el pasado se reactiva. El problema no es el recordar algo del pasado, pero sí lo es la forma en la que yo reacciono ante la situación.

Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, ayúdame a seguir la verdad en todo momento-hablando con la verdad, haciendo las cosas con la verdad, viviendo con la verdad-y así ser más y más como Cristo en todos los aspectos. Ayúdame a admitir que el reaccionar de más ante un conflicto es mi problema y ayúdame a superarlo. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."

(Continuará)

1. Efesios 4:15.
2. John Powell, Why I Am Afraid to Tell You Who I Am, Argus Communications.
3. Lucas 10:29.

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