| |
Encuentros Diarios
Junio 30, 2015
Nómbrelo y Declárelo el “Evangelioâ€
Jesús dijo, “Yo les he dicho estas cosas para que en mà hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anÃmense! Yo he vencido al mundo.â€1
El mensaje salÃa en el televisor de C.F. cada noche: Se fiel en tu vida y en lo que das, decÃa el pastor en el televisor, y Dios te traerá riquezas eternas.â€2
Y asà la televidente donaba $500.00 cada año al predicador, enviaba cheques a un rimbombante curandero espiritual, y otro cheque para un pastor local. Sólo que las promesas prometidas no llegaban. C.F. termino pidiendo dinero prestado para comprar comida. La explicación dada en el televisor implicaba que ella no tenÃa la fe suficiente. Ahora ella esta y comprensiblemente desilusionada de todos los predicadores que pasaban por televisión. Sin duda alguna, grandes cantidades de personas han pasado por lo mismo.
Como lo dijo Michael Palmer, el decano de la escuela de la divinidad en la Universidad de Regent, la cual fue fundada por Pat Robertson, “Mas y mas personas están desesperadas y se aferran a algo que les alivie del dolor y la crisis financiera.3 Tristemente hay demasiados predicadores que buscan la ganancia personal, y están listos para ofrecer a estas personas promesas falsas bajo el disfraz de ser parte de la palabra de Dios.
Un profesor que conozco apropiadamente llama a este “nómbrelo y declárelo el “evangelio†“el evangelio de la palabrerÃa y del quitarâ€â€”el cual por supuesto, no es el evangelio de Jesucristo.
Cuando Dios le prometió prosperidad y éxito a los antiguos Israelitas,4 él se referÃa a la nación entera—como una unión—viviendo en armonÃa con la voluntad de Dios y obedeciendo sus mandamientos, después serÃa próspero y tendrÃa éxito. Esto era un mensaje para la nación—no a los individuos. Además, la prosperidad y el éxito de acuerdo a Dios pueden ser totalmente diferentes a lo qué el hombre piensa que es la prosperidad y el éxito; el cuál a muchos, por lo menos aquà en los E.E.U.U. y otras naciones occidentales, significa riquezas materiales. Tristemente, mucha de esta gente pueden muy bien ser muy pobres en lo espiritual y lo emocional.
¿Además, estos “predicadores del evangelio de la prosperidad†llevan su mensaje a las masas que mueren de hambre en la India, Sudáfrica y otras partes del mundo extremadamente pobres? No lo creo.
No me entienda mal; No estoy implicando que tenemos que ser pobres para ser verdaderos seguidores de Jesucristo. Para aquellos de nosotros que vivimos en paÃses desarrollados tenemos la oportunidad de trabajar arduamente y de prosperar financieramente lo cual es maravilloso. Sin embargo, lo importante aquà es: ¿Por cuál motivo hacemos dinero y para qué propósito lo estamos utilizando? Se necesita dinero para hacer el trabajo de Dios sobre la tierra—más no para que los tele-evangelistas tengan sus propios jets privados. El dar es muy importante. Es uno de los recursos principales para hacer el trabajo de Dios en la tierra—el ayudar a los pobres, ayudar a los que sufren, y para proclamar el evangelio verdadero de Jesucristo a un mundo que sufre.
Sin embargo, en nuestro dar, oremos por orientación para saber a quién dar y dar a las iglesias y a las organizaciones que están verdaderamente dedicadas a hacer el trabajo de Dios sobre la tierra, y no a aquellos que estén intentando acumular su propio imperio y/o ego ofreciendo un evangelio fácil de creer, de sentirse bien, sin compromisos, un evangelio de fa
lsedad.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, dame el deseo de conocer lo que tu palabra enseña, la sabidurÃa para vivirla, el poder distinguir e identificar todas las falsas enseñanzas, y el valor para defender la verdad. Y por favor dame un corazón agradecido por todas tus bendiciones y un espÃritu generoso para ayudar en tu labor aquà en la tierra. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.â€
1. Juan 16:33 (NVI).
2. Eric Gorski, escritor de religión para el Denver Post.
3. Ibid.
4. Vea Josué 1:6-9 (NVI).
<:))))><
|
|