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Encuentros Diarios
Agosto 18, 2015
Mi pena puede ser una bendición de Dios
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.â€1
La historia de un hombre tuvo un gran impacto en mi vida.
El año era 1920. La escena era la mesa directiva para seleccionar a los misioneros. Delante de la mesa directiva estaba un joven llamado Osvaldo Smith. Un sueño dominaba su corazón. El deseaba ser misionero. Una y otra vez él oró, “Señor quiero salir como uno de tus misionarios. Abre una puerta de servicios para mÃ.†Ahora finalmente su oración serÃa respondida.
Cuando la evaluación terminó, la mesa directiva miro a Osvaldo Smith de arriba abajo. El no llenaba sus requisitos. No pasó el examen. Osvaldo Smith ya se habÃa fijado una dirección pero ahora la vida le mostraba una desviación. ¿Qué es lo que harÃa? Al estar orando Dios le plantó otra idea en el corazón de Osvaldo Smith. Si él no podÃa ir como misionario, él construirÃa una iglesia la cual podrÃa enviar misionarios.
Eso fue lo que hizo. Osvaldo Smith fue el pastor de la Iglesia de la Gente en Toronto, Canadá, la cual envió más misionarios que cualquier otra iglesia en ese tiempo. Osvaldo Smith trajo a Dios dentro de la situación, y Dios transformó ese camino en una forma de servicio.2
Esta historia es de interés particular para mà porque en 1968 cuando era el director la juventud por Cristo en el sur de Australia, ayude a organizar una semana especial de reuniones para Osvaldo Smith. Un miércoles por la noche, Smith oró por la importancia de la página impresa. Dios usó a este hombre para retarme profundamente acerca del poder de la palabra impresa—a una semana despues de la reunión empecé mi ministerio el cual ha visto más de 40 millones de folletos distribuirse en muchos paÃses, y ahora Encuentros Diarios, Encuentros Semanales y el ministerio de ACTS a nivel mundial a través del Internet, estamos alcanzado a miles de personas alrededor del mundo dÃa a dÃa con el evangelio y un mensaje cristiano.
Asà que yo puedo atestiguar que la desilusión de Osvaldo Smith fue en realidad la decisión de Dios, la cual a su vez fue utilizada por Dios para retarme a poner en marcha el ministerio de ACTS International.
Dios también puede utilizar sus desilusiones, si se las entregan con una sencilla oración como la siguiente:
“Querido Dios, con esta humilde oración te entrego cada pena, cada experiencia, y cada desilusión, ‘que no sea mi voluntad mas la tuya la que se cumpla.’ Por favor toma mis penas y cámbialas a bendiciones y úsalas y mi vida para glorificarte en cualquier forma que tu elijas. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesucristo, Amén.â€
1. Romanos 8:28 (NVI).
2. Brian L. Harbour, Rising Above the Crowd.
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