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Encuentros Diarios
Septiembre 08, 2015
El perdón—primera parte
Cuando uno no puedo olvidar o perdonar.
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.â€1
“Estoy teniendo problemas para perdonar a alguienâ€, nos escribe una lectora del Encuentro Diario. “Lo que esta persona me hizo fue horrible.†Ella no se ha disculpado y actúa como si todo estuviera normal. Yo estoy llena de resentimiento y odio. Lo que esta persona hizo no se puede arreglar. Quiero desesperadamente cambiar mis sentimientos pero no se qué hacer para olvidar lo que paso.â€
Desgraciadamente, si necesitamos una disculpa por parte de los que nos han lastimado para poder perdonarlos, estaremos luchando porque por lo regular esto no sucede.
Para perdonar a tal persona, necesitamos resolver nuestros resentimientos y odio—los cuales llevan guardados dolor e ira. Una vez que resolvemos estos sentimientos, se abre el camino al perdón. De hecho, mientras no hagamos esto, es imposible perdonar a cualquiera porque el resentimiento y el odio seguirán manifestándose.
¿Cómo puede usted hacer esto? Lo puede hacer “escribiendo una carta†dirigida a la persona que le lastimó, pero no tiene que enviarla. Es el escribir sus necesidades para expresar desde el fondo de su ser los sentimientos tan profundos de dolor y odio—esto fue lo que David hizo en varios de los Salmos. Tal vez usted necesite hacer esto en varias ocasiones hasta que todos sus sentimientos de dolor e ira desaparezcan. Mientras usted guarde estos sentimientos, ellos controlarán sus respuestas hacia la persona que la lastimó y probablemente afecte todas sus relaciones cercanas. Después de escribir cada carta, léala de nuevo, comparta el contenido con Dios y con alguna amistad de toda su confianza o un consejero con quien se sienta segura, que no la juzgue, y no trate de darle consejos, diciéndoles exactamente cómo se siente y después destruya la carta.
O podrÃa ir en su carro a un lugar apartado como un parque en donde se sienta seguro. Suba las ventanas, (prenda el radio si esto le ayuda), y pretenda que la persona que le lastimó está con usted. Entonces “hable con esta persona†y saque de su pecho todo lo que desea decirle—expresando todo el dolor y sufrimiento. Hagan esto por una media hora, después regrese y haga esto varias veces, pasando menos tiempo en cada “visita†hasta que todos sus sentimientos negativos se hayan ido.
La Biblia dice que no dejemos que el sol se ponga mientras estemos enojados. Esto es porque los problemas sin resolver que se han vuelto resentimientos son como un veneno emocional. Es por esto que necesitamos resolverlos lo más pronto posible. Si no pueden resolver el rencor por sà mismos, serÃa conveniente (de ser humanamente posible) el ver a un consejero capacitado que les pueda ayudar. Si no hacen esto, a futuro habrá gastos médicos mayores que los que costarÃa un consejero.
Como ya se los sugerÃ, asegúrense de expresarle sus sentimientos a Dios. De cualquier forma él sabe cómo se sienten (y sin embargo les ama). PÃdanle a Dios que les guie hacia la ayuda que necesitan para resolver su dolor y su ira y asà poder sinceramente perdonar al que les lastimó.
Recuerden, la ira sin resolver no es solo un “venenoâ€, pero también es como un cáncer emocional, y aquà o ustedes vencen al cáncer o el cáncer los vence a ustedes. Como alguien más lo dijo, “El no perdonar es como tomar un veneno y esperar que la otra persona muera.â€
Continuará … ¡porque el perdón no es un evento, es un proceso!
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor ayúdame a siempre ser honesto con mis sentimientos y a aprender a expresarlos frente a ti y con un amigo de confianza. Y cuando parezca que no puedo resolver estos sentimientos y sea incapaz de perdonar a ________ (nombre la persona), por favor guÃame hacia la ayuda que necesito para resolver todos y cada uno de los sentimientos de resentimiento, dolor, ira, odio y amargura y poder asà ser capaz de perdonar a la otra persona totalmente, asà como tú me has perdonado por todos mis pecados y fallas. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesucristo, Amén.â€
1. Efesios 4:32 (NVI).
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