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Encuentros Diarios
Octubre 21, 2016
Segundas oportunidades
“La palabra del Señor vino por segunda vez a Jonás: Anda, ve a la gran ciudad de NÃnive y proclámale el mensaje que te voy a dar.â€1
Pienso que la mayorÃa de nosotros disfrutamos de la historia de Jonas y la ballena (el gran pez). Jonás fue comisionado por Dios para ir a NÃnive y advertirle a su gente que si no se arrepentÃa de su forma de ser pecaminosa, Dios los destruirÃa a todos. A Jonás no le agradaban estas personas y no querÃa que Dios los salvara asà que abordó un barco y se fue en la dirección contraria. Pero Dios envió una gran tormenta para “sacudir†a Jonás. Sin embargo, todos a bordo estaban aterrados por sus vidas. Cuando Jonás admitió que él era la causa de la tormenta, los marineros lo lanzaron sobre la borda.
Pero Dios en su misericordia envió a un gran pez para que se tragara a Jonás. Si Dios no lo hubiese hecho sin duda alguna Jonás se hubiese ahogado. En el tercer dÃa, Jonás se arrepintió y Dios hizo que el gran pez vomitara dejando a Jonás en la playa. Después de que Jonás se arrepintió y Dios lo rescató, Dios lo comisionó por segunda vez.
Habiendo trabajo por años en el área de la recuperación y especÃficamente en el área del divorcio y la recuperación de las penas durante la última década, he visto a cantidad de personas casarse por segunda vez sin haber resuelto los problemas que causaron que su primer matrimonio fallara—y después ver su segundo matrimonio o para algunos su tercero matrimonio fracasar.
Lo que muchos no comprenden es que, en la vida (no solo en el matrimonio), estamos destinados a repetir todo aquello que no resolvemos…. ¡Y lo repetiremos una y otra vez hasta que nos salga bien!
Las buenas noticias es que no importa cuántas veces fracasemos, Dios en su misericordia y su paciencia infinita nos dará una segunda, tercera, cuarta, quinta, digamos oportunidades infinitas para hacer als cosas bien. Sin embargo, una vez que lo hagamos, no tenemos que repetir los errores de nuevo.
Es por esto que le pido a los divorciados (y a los que han fracasado en otras situaciones) a que resuelvan los problemas que causaron el divorcio o la situación en la que están para que no tengan que volver a pasar por la misma terrible experiencia. Dios quiere que nos recuperemos, sanemos para que dejemos de lastimarnos a nosotros mismos—y a los demás. Como Jonás, Dios seguirá dándonos todas las oportunidades que necesitemos para poder hacer las cosas bien. Esto significa abandonar el juego de la culpa, admitir y enfrentar nuestros problemas personales, y buscar la ayuda para estar bien.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor ayúdame a admitir las fallas en mi vida y a ver las causas detrás de estas fallas, y guÃame para encontrar la ayuda que necesito para poder resolver mis problemas y recuperarme para asà seguir adelante en mi vida en formas más creativas y sanas. Por favor ayúdame a utilizar cada una de mis fallas como una oportunidad para crecer y convertirme en una mejor persona más sana y que honra a Dios. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesucristo, Amén.â€
1. Jonás 3:1-2 (NVI).
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