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Encuentros Diarios
Junio 03, 2022
Venciendo las preocupaciones – tercera parte
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.â€1
En una ocasión leà como en 1929 el gran hombre de negocios J.C Penny fue hospitalizado con una severa ansiedad. Una noche él estaba seguro de que iba a morir, asà que escribió cartas de despedida para su esposa e hijo.
Pero él sobrevivió esa noche y a la siguiente mañana al escuchar cantos que provenÃan de la capilla, se sintió atraÃdo hacia ellos. Un grupo cantaba, “Dios cuidará de ti†después siguió una lectura de la Biblia y una oración.
Penny dijo, De repente algo cambió. No lo puedo explicar. Fue un milagro. Me sentà como si me hubieran levantado inmediatamente de la obscuridad de un calabozo hacia la luz brillante y tibia del sol. Sentà como si me hubiesen pasado del infierno al paraÃso. Sentà el poder de Dios como nunca lo habÃa sentido antes.
“Entonces comprendà que solo yo era el responsable de todos mis problemas. Comprendà que Dios con su amor estaba allà para ayudarme. A partir de ese dÃa, mi vida ha estado libre de preocupaciones. Los minutos más dramático y gloriosos de mi vida fueron esos que pase en la capilla esa mañana.â€2
La mayorÃa de las causas de ansiedad y preocupaciones están dentro de nosotros mismos. Algunas veces son activadas en ocasiones por circunstancias a nuestro alrededor. Solo cuando admitimos y resolvemos estas causas, somos libres de poder entregar a Dios completamente nuestras ansiedades y preocupaciones y asà experimentar su paz.
Ya sea que esta paz llegue instantáneamente o sobre un periodo de tiempo no importa. Lo importante es recordar que Dios siempre está aquÃ. Su amor y su poder son constantes y están disponibles para todos. Al buscarlo a través de la niebla de nuestras preocupaciones y nuestras emociones dañadas descubrimos que él nos espera para ayudarnos solo si somos totalmente abiertos y honestos con él, si respondemos a su amor y le damos una oportunidad.
Todos los dÃas, visualicen a Jesús junto a ustedes y ábranse para recibir su amor, su felicidad y su paz. Después de resolver las causas de sus preocupaciones y ansiedades como se explicó en los Encuentros Diarios anteriores, la fuente de una vida libre de preocupaciones se encuentra en aprender a confiar en Dios totalmente con cada detalle y en cada circunstancia de nuestras vidas.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, de nuevo hoy te entrego y confÃo mi vida y todas las circunstancias en las que me encuentro. Elijo confiar en ti sin importar como me siento. Ayúdame a hacerlo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesucristo, Amén.â€
1. Filipenses 4:6-7.
2. S.I. McMillen, Ninguna de estas enfermedades (Westwood, N.J.: Fleming Revell Co., 1963), p.98. (Sólo en inglés).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Richard Innes
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