|
Encuentros Diarios
Junio 04, 2020
El poder de imaginar – Tercera parte
“En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.”1
La fe es el ver lo que Dios desea que hagamos. El visualizar esto le agrega alas a nuestra fe. Es el poder ver con los ojos de nuestra mente lo que creemos que Dios desea que hagamos. Además de ayudarnos a alcanzar lo qué parece ser algo imposible de lograr para nosotros, y de ayudar en el proceso curativo, también puede ayudar de las siguientes maneras:
El imaginar puede ayuda a alcanzar las metas.
Cuando fui por primera vez a la ciudad en donde comencé el trabajo de ACTOS internacionales, estaba con otra organización y un líder de la iglesia (quién era un miembro de nuestra junta directiva y quién tenía un control considerable) me dijo que yo debería de comprender desde el principio que yo no podría hacer nada en esta ciudad porque aquí no había bastante dinero.
¡Sorprendente! Ésta era la imagen exacta que este líder tenía en su mente—e indudablemente eso influenció a otros miembros del Consejo, y ese era el porqué esa organización tenía muy pocos ingresos aun cuando habían estado en funcionamiento por veinte años. Terminé saliéndome de esa organización para comenzar el trabajo de ACTOS.
¡Sabía que no sería fácil, pero nunca creí que Dios llamara a cualquier persona para algo que no pudiera hacerse. En aquellos tiempos nunca había escuchado el término ‘imaginar,’ pero comencé a formular y a anotar metas específicas, y después las veía como metas alcanzadas. Y entonces, con la ayuda y la dirección de Dios empecé a trabajar para lograr la meta. Desde un punto de vista en donde había una imagen o una visión de no poder hacer cualquier cosa, una nueva imagen no sólo cruzó a través de Australia del sur (donde comenzamos), pero a toda Australia, después a Nueva Zelandia, y luego a Norteamérica. Y ahora, vía correo electrónico y el Internet, está llegando alrededor del mundo.
La forma en la que vemos e imaginamos lo que queremos alcanzar o lograr hace toda la diferencia del mundo. En muchas formas lo que vemos es lo que obtenemos.
El imaginar puede cambiar su vida.
Sin importar sus circunstancias actuales, sus emociones o antecedentes, usted, también puede cambiar su vida. Usted puede hacer esto cambiando la imagen que tiene de usted mismo y al proyectar la imagen de lo qué usted desea ser y hacer con su vida.
Ésa es la manera en que la mayoría de las personas alcanzan sus metas. Es la forma en la que hemos construido ACTS internacionales. Era así cómo construí mi propio hogar. Es cómo mejoré mi educación y hago el trabajo que hago. Y aun construyo cosas—primero viéndolas y teniendo la imagen en mi mente. Estoy seguro que ésta es la manera en la cual el presidente John F. Kennedy alcanzó la meta de poner al primer hombre en la luna en los años 60. Usted puede imaginárselo mirando a la luna miles de veces y visualizando a un estadounidense allí mucho antes de que sucediera. De no haberlo visualizado en su mente, dudo que hubiese sucedido.
No me entienda mal, no hay magia en la proyección de una imagen, pero ayuda a mantenerse trabajando y enfocado hacia sus metas. En realidad el alcanzar metas que valgan la pena no es fácil. Además, es una cosa tener sueños, pero absolutamente otra muy diferente el poder cumplirlos. Para hacerlo posible necesitamos la ayuda de Dios además de poner de nuestra parte, esfuerzo, persistencia, el esmero, el entrenamiento, la disciplina, la determinación, la paciencia, la resistencia, fortaleza, dedicación, tiempo, y la fe.
La cosa más importante de todo es tener la certeza de que nuestras metas son no sólo de mérito, pero que también estén en armonía con la voluntad de Dios. Y entonces, con la dimensión de la proyección de imagen, el dinamismo de la fe, y la energía de la oración, podemos estar seguros de alcanzarlas. Recuerde, también, que otra definición de la fe es el visualizar lo que Dios quiere que usted haga. Entre otras cosas, Dios desea que todos estemos bien espiritualmente, que encontremos lo que nos completa, que alcancemos nuestro potencial, y que hagamos algo bueno con nuestras vidas.
Así que pida a Dios que le dé una imagen de lo que él quisiera que usted hiciera y sea. Comience a crear esa imagen en su mente en este momento. Véala con claridad. Anótela, y formule un plan para lograrla. Lleve ese plan a Dios todos los días, pidiendo su ayuda para lograr aquello que él desea que usted sea y haga. Y mientras usted se mantenga firme en su meta y en el propósito de Dios para su vida, usted puede estar seguro que él le ayudará a lograrlo.
Recuerde: “¡la fe es el visualizar lo que Dios quiere que usted haga!”
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ayúdame a ver lo que tú deseas que yo sea y haga para tu gloria, y tener esas imágenes en mi mente hasta, que con tu ayuda, una por una, las logre realizar. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesucristo, Amén.”
1. Hebreos 11:6 (NVI).
<:))))><
|
|