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Noviembre 15, 2016

“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.â€�¹

Para vencer el estrés, como lo dijimos ayer, primero es necesario comprender que un poco de estrés es bueno. Segundo, estén conscientes de que el estrés es solo problemático cuando continúa por mucho tiempo o si hay demasiado estrés. Y, tercero, reconocer los síntomas tan pronto como sea posible.

Cuarto, Identifiquen las causas. Como ya se mencionó, los cambios son una de als causas principales del estrés. Una acumulación de los problemas de la vida diaria también pueden aumentar significativamente los niveles de estrés—tal vez aun más que un solo evento traumático. Como lo dice el viejo refrán:

“Son las cosas pequeñas las que nos molestan,
Y nos ponen de nervios;
Nos podemos sentar en una montaña,
Pero no nos podemos sentar en una tachuela.�

Cualquiera que sea la causa del estrés, identifíquela para que pueda hacer algo sobre ella. 

Quinto. Busquen una cura práctica.

1. El punto por dónde empezar para cambiar del estrés al éxito es el rebajar la carga. El cincuenta por ciento de la cura viene del escribir todas las preocupaciones y responsabilidades en orden de prioridades, después eliminar las menos importantes. 

2. Recuerden que el hombre de acero (Superman) y la mujer maravilla (Wonder woman) solo existen en las revistas cómicas y en las películas. Todos tenemos un punto límite, así que aprendamos a reconocerlo y detenernos antes de llegar a ese límite. 

3. Con el estrés salen todos esos sentimientos guardados. Sáquelos de su pecho compartiéndolos con un amigo de confianza o con un consejero. Esto trae un alivio inmediato y le ayuda a pensar y a planear con más objetividad.

4. Dejen de pelear por situaciones que no se pueden cambiar. Como un padre le dijo a su impaciente adolescente, “Si solo pudieses comprender y aceptar el hecho de que la vida es una lucha constante, las cosas serian más fáciles para ti.â€� El aprender a vivir y a superar las luchas es lo que nos hace crecer y madurar.  

5. Trate de evitar el hacer muchos cambios mayores durante el curso de un año.

6. Si tiene resentimientos en contra de alguna persona, resuelva sus diferencias lo más pronto posible. “Nunca permitan que el sol se meta mientras estén disgustados.â€�²

7. Tome tiempo para descansar y relajarse. Aprenda a desprenderse y a descasar un poco antes de derrumbarse.�

8. Observe su dieta y sus hábitos alimenticios. Cuando estamos bajo estrés tendemos a comer de más—especialmente botanas que solo incrementan nuestro estrés. Una dieta balanceada de proteínas, vitaminas y fibra sin azúcar blanca, cafeína, demasiadas grasas, alcohol y nicotina, es esencial para bajar los niveles de estrés y sus efectos.

9. Haga suficiente ejercicio físico. Esto le mantendrá sano y le ayudara a quemar el exceso de adrenalina causado por el estrés y la ansiedad que le acompaña. 

10. La última respuesta en como transformar el estrés en éxito es el aprender a confiar en Dios y a vivir en armonía con su voluntad en su vida diaria. Como lo dice el versículo de las escrituras de hoy. “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones.�

La paz de Dios llega a través de aceptar y confiarle a Dios, aquellas circunstancias que no se pueden cambiar, sin importar que tan difíciles sea. Tal vez esto es lo que Jesús quiso decir cuando hablo de que tomáramos nuestra cruz a diario y le siguiéramos. Ciertamente él aceptó su cruz totalmente y confió su situación a Dios por lo que fue totalmente vindicado. 

Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, de nuevo hoy, te entrego y confió mi vida y mi camino a ti. Por favor ayúdame a vivir en armonía con tus principios para la vida diaria como se encuentran en tu palabra la Biblia. Y ayúdame a recordar que aun en mis horas más oscuras, que mi tiempo está en tus manos y como David, ayúdame a confiar y a no temer. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesucristo, Amén.â€� 

1. Filipenses 4:6-7.
2. Vea Efesios 4:26 (NVI).

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