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Encuentros Diarios
Diciembre 09, 2016
Fuerza de las tormentas
“¿Esta su vida llena de dificultades y tentaciones? Entonces hermanos mÃos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e Ãntegros, sin que les falte nada.â€1
“Los arboles más fuertes no son los que crecen debajo del cristal de un invernadero o en los soleados valles. La madera mas corpulenta y resistente es aquella de los arboles en las rocas de Noruega, cuando las tempestades arrasan y los largos y duros inviernos reinan.â€2
Nunca he estado en Noruega ni he sentido sus crudos inviernos, pero he vivido en áreas donde los vientos soplan furiosamente. Al plantar árboles, era importante no apretar mucho la tierra. Al dejar la tierra suelta (cuando estaban recién plantados), el viento causaba que ellos se desarrollaran las raÃces tan profundas que ellos necesitaban para soportar los fuertes vientos al crecer. Algunos árboles se quebraban, pero ninguno se desplomó. Y en la parte donde se quebraban, crecÃan de nuevo sanos y fuertes.
La vida es asÃ. Si sobreprotegemos a nuestros hijos cuando están pequeños, ellos no estarán preparados para enfrentar los retos de la vida cuando les lleguen los vientos de la adversidad. Y, como adultos todos necesitamos las tormentas de la vida para ayudarnos a crecer y asà ser sanos y fuertes en carácter—o les podemos permitirles que ellos nos amarguen en vez de hacernos mejores—pero la decisión es nuestra.
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mÃo, gracias por las pruebas y tribulaciones que me has permitido pasar. Por favor ayúdame a permitirles que fortalezcan las raÃces de mi fe en ti, y ayúdame a crecer en amor y en gracia. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Santiago 1:2-4 (TLB-NIV)
2. Enciclopedia de las ilustraciones del Sermón.
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