|
Encuentros Diarios
Junio 29, 2020
Dame, dame, dame
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.â€1
Gene Barrón escribe cómo, cuando él era un niño, su familia tenÃa una vecina quien frecuentemente venia a su puerta. Su razón para venir era siempre la misma, “Me pueden prestar un poco de _______.†El problema era que ella nunca iba a mi casa por ninguna otra razón—solo cuando ella querÃa algo.
Mi madre siempre fue amable y le dio lo que ella buscaba, pero nunca la aprecio tanto como a los otros vecinos—especialmente a la que venÃa con frecuencia pero nunca pedÃa nada. Ella solamente decÃa, “Solo vine a visitarte.â€
Cuando se trata de orar, es verdad que Dios desea que le dejemos saber nuestros deseos, pero en ocasiones siento que mis oraciones son más de “¡dame … dame … dame! Yo se que Dios es bueno y escucha mi oraciones, pero que mejor serÃa el ir a él no solo durante los tiempos en los que tenemos problemas y necesidades, pero visitarlo diariamente y decirle, “Dios mÃo, solo llamo para visitarte. ¿Qué puedo hacer por ti hoy?
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por querer que te exprese mis deseos, pero por favor ayúdame a pensar en las necesidades de los demás al orar, y especialmente a ser agradecido y a alabarte. ¿Hay algo que pueda hacer por ti hoy? De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Filipenses 4:6 (NASB).
<:))))><
|
|