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Encuentros Diarios
Septiembre 02, 2020
Matrimonio y relaciones de calidad
“El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad.â€1
De acuerdo a Morris Chalfant, “cuando se hacen encuestas para descubrir lo que las parejas infelices opinan el uno del otro, el ‘marido callado’ inicia la lista de la mujer, y la ‘esposa criticona’ casi siempre inicia la lista de la mayorÃa de los maridos.â€
Asà que si mi matrimonio y/o mis relaciones cercanas no son lo que yo deseo ¿qué es lo que puedo hacer? En realidad es bastante lo que podemos hacer.
Primero, dejen de usar el juego de la culpa. Recuerden, que mientras continuemos jugándolo, seguiremos culpando.
Segundo, trabajen en ustedes mismos y en su crecimiento personal y madurez. El hecho es que la única persona a la que podemos cambiar es a nosotros mismos, y al ir cambiando, las personas alrededor nuestro también tienden a cambiar sin embargo, algunas veces no para bien, ya que a algunas personas no les gusta cuando cambiamos.
Tercero, para los hombres, tres lecciones: Aprendan a comunicarse, comunicarse y a comunicarse. Su matrimonio y su familia dependen de la comunicación efectiva. Y la comunicación va mas allá de compartir ideas y decir lo que pensamos. Es aprender a ser honestos con nuestros sentimientos y a no temer el decir cómo nos sentimos, ya sea felicidad, dicha, tristeza, miedo, dolor, ira o lo que sea. Admitámoslo, si no hemos aprendido a hacer esto, es como aprender otro idioma. Lo sé, he estado en esa situación – y lo hice. Y cuando compartimos, necesitamos recordar que debemos “compartir la verdad con amor.â€
Tercero, para mujeres. Dejen de criticar o quejarse. Hagámosle frente a la situación, esto no funciona y desafortunadamente entre menos funciona algo pareciera que más lo usamos. Como dice el refrán, “Si usted continua haciendo lo que siempre ha hecho, usted continuara recibiendo lo que siempre ha recibido y seguirá sintiéndose como siempre se ha sentido.â€
Cuarto, para hombres y mujeres los exhorto a usar el mensaje “Yo†cuando compartan sus sentimientos. Nunca digan “tú me haces sentir de este modo o el otro,†porque nadie nos puede hacer sentir nada sin nuestro permiso. Pero en su lugar debemos de decir, “Me siento lastimada, temerosa (o lo que sea) y necesito hablar contigo sobre esto.â€
Quinto, asistan a una clase de comunicación efectiva y lean juntos un buen libro sobre el tema. Un buen libro que yo encontré de gran ayuda es el de John Powell, Porque tengo miedo de decirte quien soy yo. Ustedes pueden obtener una copia en la librerÃa cercana a ustedes o en Amazon.com. De no ser asÃ, pidan una copia en su biblioteca local. Su bibliotecario también les puede indicar otros tÃtulos en comunicación efectiva y relaciones interpersonales.
Sexto, oren juntos todos los dÃas y todas las noches. Es verdad que es más probable que las familias que oran juntas permanezcan juntas. Pero cuando oren, aprendan a orar abierta y honestamente. Dios sabe exactamente como nos sentimos asà que lo mejor es decÃrselo y entonces estaremos en la mejor disposición de recibir su ayuda. Recuerden, “El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad.†El orar palabras vacÃas y frases sin sentido es como hablarle al viento.
Permanecemos cercas de Dios al ser honestos y abiertos con él. Podemos estar juntos el uno del otro de la misma forma.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por saberlo todo sobre mi, mis dichas, mis penas, dolores, miedos, pecados y fallas y aun asà me amas. Por favor ayúdame a ser sincero conmigo mismo, contigo, con mi pareja, y otros seres amados y mis amigos cercanos. Ayúdame a ser real y autentico para que mi vida sea como un canal libre para que tu amor flote a través de mi y hacia los demás. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.â€
1. Salmos 145:18 (NVI).
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