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Encuentros Diarios
Agosto 27, 2020
El Poder de Creer
El apóstol Pablo escribió, “Yo, por mi parte, ya estoy a punto de ser ofrecido como un sacrificio, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel dÃa; y no sólo a mÃ, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.â€1
“Por las calles de Portsmouth hace más de doscientos años,†dijo el Teniente. General Ira C. Eaker en un discurso que dio hace tiempo, “caminó un marinero con solo un brazo, un ojo, y un estado persistente de nervios e incapaz de pisar la cubierta de una nave sin marearse. Lo más probable es que hubiese estado en un hogar de reposo en donde su nombre no habrÃa sido Almirante Lord Nelson. Su espÃritu de lucha lo motivaba a seguir.â€
Horacio Nelson nació en 1758, el hijo de un pastor, era un niño pequeño y frágil que amó la navegación. En su adolescencia él ingresó a la Marina Británica y, durante un viaje por las Indias del este, tuvo una fiebre que dañó seriamente su salud. Pero él nunca permitió que esto lo detuviera. A la edad de 18 años se le nombró Teniente de la Marina Real y para el año 1802 se convirtió en Comandante de la Flota Británica.
Dos años después, en la batalla de Trafalgar, Nelson derrotó las flotas francesas y españolas. Ésa fue la más grande victoria naval de la historia británica la cual dejo a los británicos con el control de los mares por el resto del siglo. Desafortunadamente, Nelson fue mortalmente herido durante la batalla de Trafalgar pero vivió lo suficiente para saber que su flota habÃa ganado la batalla. Sus últimas palabras pasadas fueron, “Gracias a dios he hecho mi deber.â€
Nelson era un hombre de gran valor y dedicación. Él creyó en su paÃs, en su causa, y en él mismo. Él comprobó esto con sus palabras y más aún con su vida. Él una ocasión el dijo, “soy de la opinión que las medidas más atrevidas son las más seguras.†Nelson era un hombre admirado grandemente por otros quienes dijeron sobre él, “Su cuerpo frágil llevaba dentro un gran espÃritu.â€
John Stuart Mill estaba de acuerdo. El dijo, “una persona con una creencia es igual a la fuerza de noventa y nueve que solo están interesados.â€2
No importa cuáles sean sus limitaciones o discapacidades, Dios tiene un plan y un propósito para nuestras vidas. Crean y recibirán. Actuen sobre las cosas y las lograran y como el apóstol pablo, ustedes también podrán decir, “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe.â€
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ayúdame a creer y a vivir para que cuando llegue al final de mi viaje, yo también pueda decir, ‘Gracias Dios mÃo porque he terminado mi trabajo.’ Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.â€
1. 2 Timoteo 4:6-8 (NVI).
2. Adaptado de "The Power of Belief" de Ricardo Innes en http://tinyurl.com/79peh. (Disponible solo en inglés.)
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