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Encuentros Diarios
Mayo 13, 2016
El efecto de onda
“Manteniendo en alto la palabra de vida. Asà en el dÃa de Cristo me sentiré satisfecho de no haber corrido ni trabajado en vano.â€1
Brett Blair reporta como Henry P. Crowell contrajo tuberculosis cuando era un niño y no podÃa ir a la escuela. Después de escuchar un sermón de Dwight L. Moody, el joven Crowell oró, “No puedo ser un ministro, pero puedo ser un buen hombre de negocios. Dios, si me permites que haga dinero lo usare para tu servicio.â€
Bajo el consejo de su doctor, Crowell trabajo al aire libre por siete años y recuperó su salud. Entonces fue que compró una pequeña compañÃa en Ravanna, Ohio. En diez años Qualker Oats era una marca reconocida en millones de hogares. Henry P. Crowell fielmente dio entre un 60 y un 70 por ciento de sus ganancias a la causa de Dios, habiendo inicialmente empezado con un 10 por ciento.2
Uno de los beneficiados con el apoyo de Crowell fue el instituto BÃblico Moody – la escuela que D.L. Moody fundó en Chicago. Y como una nota interesante, esa es la escuela en donde hice la mayorÃa de mi entrenamiento bÃblico y teológico. Asà que, yo también me beneficie del compromiso que Henry P. Crowell hizo con Dios hace tantos años.
Lo que nosotros hacemos por Dios puede también tener un efecto de ondulación y tocar a muchas otras vidas por años – y a muchos por una eternidad. Asà que hagamos la inversión de nuestro tiempo, nuestros talentos y nuestras vidas en forma inteligente, manteniendo en mente los valores eternos.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias porque sin importar cuales sean mis dones y talentos – ya sean pocos o muchos – los puedo usar para servirte y para ayudar a los demás. Por favor ayúdame a hacer esto y a influenciar a muchos por un largo tiempo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.â€
1. Filipenses 2:16.
2. Brett Blair, www.eSermons.com, 2002
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